jueves, 21 de marzo de 2013

¿Y si muero sobre tu piel?

Que sea por una noche.
Déjame probar el veneno de tu piel y respirar de tus labios

Mátame con tus caricias tortuosas y el fuego de tu mirada
Haz del dolor mi éxtasis y de tu dureza mi debilidad.

Que tu pecora lengua sea la maestra de mi inocencia
y tus manos los instrumentos de mi temido placer.

Déjame agonizante sobre tu pecho
para ir perdiendo la vida en la profundidad de tu mirada.

Déjame morir sobre tu piel sólo una noche
y  la noche consecuente hasta que la inmortalidad nos atrape.