lunes, 12 de noviembre de 2018

Una vuelta

4 interminables años con todas sus horas en ellos me han dejado en la peor de las pesadumbres posibles. 

Creí ganar amor, pero terminé perdiéndome en un mar incertidumbre. 
Soy mujer de teatro, de letras, de música y en estos años no he hecho nada para alimentar mis pasiones. Solo me he dedicado a alimentar las depresiones que viven escondidas en el alma. Sepulte vivos mis anhelos por un amor mal correspondido, un amor que nunca apreció el arte, ni los increíbles matices de la creación dramática.

Un mal amor fue capaz de matar mis ganas de escribir, por más que traté, las letras no se dejaban encontrar
¿Por qué si le amaba tanto?

Las letras son celosas y no se entregan a cualquier amante de ocasión, mis letras no pueden ni deben ser de cualquiera, ellas me obligaron a retomar el rumbo, en soledad, como siempre ha sido.

No sé si Viernes de Lectura volverá...o si yo misma volveré a tener el ritmo y las ganas...pero estoy convencida de que a partir de hoy me vuelvo a entregar al arte, siendo este el mayor de mis placeres y lo que más procure como medio único de mi felicidad.