lunes, 23 de diciembre de 2013

¿Me amas?

¿Me amas?

Calla amor , no digas nada, las palabras tienen una propiedad volátil, que las hace huir con el viento a recorrer la inmensidad del universo y a confundirse con los anhelos de los seres humanos.
Tu amor se verá reflejado en el brillo de tus ojos como en aquellas tardes en que nuestros solitarios pasos se encontraban.
Tu amor se siente en los mensajes,  en tus abrazos, en aquellos detalles sencillos que me hacen sonreír.
¡Ay amor mío!
Qué difícil tiempo el de nuestro cariño,  tan pequeño,  tan incorrecto,  tan escondido entre los claroscuros de una inusual amistad.

Calla, no digas nada, abrazame y fundete conmigo en un suspiro que recorra el universo como plegaria que pueda por tan solo un momento hacerse realidad.

viernes, 1 de noviembre de 2013

Para amarte

Para amarte no hacen falta pretextos ni justificaciones, sólo la certeza de mi corazón latiendo de emoción con sólo recordarte.
Para amarte no son necesarios los documentos ni las evidencias, me basta con sentirlo.
Para amarte no hay necesidad de estar juntos, pues te amo por las mañanas con café humeante, por las tardes anaranjadas y por las noches de estrellas fugaces.

Para amarte no necesito de tatuajes, sólo del roce del fantasma de tus besos.
Para amarte no tengo que dejar de amar a nadie más, pues te amo puro, incorrecto, maltrecho, ajeno, con todas tus imperfecciones, con malos humores, con la distancia de miles de océanos entre nosotros.

Te amo, porque me haces vivir, porque contigo o sin ti tengo un rumbo y una felicidad infinita, porque no hay protocolos, porque mi amor es natural, primitivo y lleno de inconsistencias; está lleno de ti, de tus besos, de todo aquello que es incorrecto.

Te amo, qué mas puedo decir, te amo así, distante y prohibido.

Julieta desde el Infierno

No sé qué pasa, tal vez dejé que una breve parte del infierno siguiera ardiendo en mi.
Está callendo una leve brisa después de llover, los aromas me devuelven una felicidad que pensaba perdida, estoy entre sus brazos, oliendo su cabello, besando su hombro y deseando ser suya una vez más.

El amor es tan irracional que me hace darme cuenta de que lo amo, así, inconstante, imperfecto, prohibido, delicioso...la luz de la luna ilumina de plata su sonrisa.
Su mirada brilla, y platicamos por horas como un par de enamorados y volvemos a abrazarnos y nos apretamos como queriendo pretender que con ello nos fundiermos en un sólo ser, que nadie nos separará.

Tengo tantas ganas de él, de hundirme en deseo, de besarlo y perderme en el éxtasis de nuestra pasión que hoy más que nunca está viva.

De besar su cuello, de impregnarme de él...Pero no puedo, necesito cordura, y la pierdo con sus manos en mi rostro, huyendo del beso que me quitará la cordura y me llevará beber de él.

Me atacan los recuerdos, no puedo evitar anhelar estar nuevamente en aquella pequeña habitación, contemplando su desnudez a media luz; esperandome excitado, ansioso de perderse en mi.
Con solo escucharlo puedo regresar a aquella silla, y revivir el tacto de sus dedos en mis caderas, puedo ver sus ojos mientras hacemos el amor...puedo sentir mi cuerpo convulso de recuerdos que palpitan.

Y no puedo dejar de abrazarlo y de pensar en cuánto lo amo.

Nos separamos con los ojos a punto de llover y nos despedimos con un breve beso en las mejillas y nos vemos partir bajo el manto estelar...y camino con el alma entre las manos y espero que tan solo por una vez podamos revivir todo aquello que tuvimos y poder decirnos ese adios que nunca nos atrevimos a dar.

Aquí, sentada desde mi minúsculo balcón, observo a la luna y a todas las estrellas que alguna vez fueron mis besos para él y lo pienso y lo extraño y lo deseo.

Trataré de meterme en sus sueños para no tener que extrañarlo esta noche, pues con un solo abrazo, volví a quedar unida a su alma y a ese corazón que late al ritmo de mi respiración.
Vuelvo a recordar que soy Julieta y él...él simplemente es mi Diablo Guardián.

sábado, 12 de octubre de 2013

¿Qué mas puedo decirte?

La noche me ha alcanzado, el café humea en mi escritorio, el móvil vibra insistente con tus preguntas y yo estoy aqui con los sentimientos regados en la mesa, tratando de armar un rompecabezas, pretendiendo querer entender por qué después de tantas calamidades estoy con el corazón acelerado, divagando con tu nombre y recordando todo aquello que estaba enterrado.

Te quiero, es verdad, pero no te quiero igual que antes, te quiero con madurez, con una conciencia renovada, tengo que admitirlo, no soy más una niña que duda todo el tiempo, me convertí en una mujer que aprendió después de muchos errores a escoger lo que necesita y lo que la hace felíz.

Y no con ello pretendo decirte que me haces felíz, lo que quiero aclarar es que ayudas con una sola mirada a hacer mi mundo un universo en donde las posibilidades son infinitas.
Logras que sonría al amanecer, que los días aunque estemos distanciados físicamente, sean más ligeros, que mis noches no sean solitarias. Te metiste como un delicioso aire entre mis poros y me abrazas con el pensamiento.

Nunca te escribí tantas líneas como ahora, no soy más esa chica de pensamientos dispersos, tuve que perderte dos veces para entender que no era necesario perderte para darme cuenta que puedo volver a amarte.

Y si  te hablo de amor, busco que comprendas que será de verdad, no de hormonas alebrestadas, no de simples momentos vanos y sin sentido. El amor que sé que puede existir en mí, será serio, lleno de consistencias que podrían llenarte de esa alegría que ya se refleja cuando platicamos por horas de un millón de cosas distintas.

Tenemos el mejor discurso delirante que conozco, somos un par de locos en un mundo lleno de enfermedades mentales mal diagnosticadas. Reímos durante las desgracias de nuestro existir y tenemos la fortaleza para salir con la frente en alto de cualquier declive existencial.

No te amo, eso es verdad, pero podría hacerlo. No comprendo bajo qué terminos, tienes el potencial de ser ese alguien al que amaría de por vida como mi pareja, pero también lo tienes para ser el mejor amigo del resto de mi vida.

Me gusta tu rostro, la manera en que tu altura combina con la mía, me gustan tus besos y todo eso que sentimos.

¿Qué más puedo decirte? Si no que te quiero como una adolescente, como una mujer con los sentimientos desnudos, dime ¿Qué más?
































































lunes, 8 de julio de 2013

Confesión

¡Que me juzguen si es necesario!

Te usé,sí,lo estás leyendo bien ¡te usé!

Fuiste musa para mis letras,te enamorécon la belleza de mis pensamientos escritos con lírica centellante. Te besé dismulando la inocencia del enamoramiento pueril, lo hice incluso bajo la luz de la luna cuando tus brazos rodeaban deliciosamente mi cintura.

No puedo mentir, sentía una rara efervescencia en el estómago cuando tus labios se unían a los míos, me hacías creer que tal vez te quería.

La idea de tenerte me parecía atractiva, pero al  tiempo me acongjaba, pues sabiendote mio, mis letras morirían como mueren las estrellas al amanecer.

¡Odiame si es necesario!

Di que no me amas, que jamás lo hiciste ¡Gritalo a los cuatro vientos! que eso me inspira aún más.
POr desgracia me regalaste la llave secreta de la inspiración, pues ya no tengo urgencia de tu cercanía, ni de tus besos, ni de aquellas caminatas al atardecer.
Sólo necesito que te refugies en mi recuerdo, en aquella loca idea de un amor con ridiculísimos nombres de telenovela.

Quédate allí sentado, fumando un cigarrillo, escribiendo no sé qué tantas incoherencias que me inspiren a escribirte eternamente si  tenerte a mi lado.


viernes, 5 de julio de 2013

¡Maldita mortalidad!

Tengo un sentimiento que no conozco, me nace del pecho y burbujea en mi estómago, me hace flotar por las calles y perder la memoria mas inmediata.
¿Qué cosa tan extraña me pasa?
Me paso las mañanas cantando en la oficina, escribo todo el día en un cuadernillo azul quién sabe qué tantas incoherencias, todo el tiempo tengo hambre...sospecho que más bien es una sensación de vacio en el centro del estómago que me hace comer manzanas amarillas porque no me hacen daño.
Mi mirada guarda un extrañísimo brillo melancolico, y por más que me maquillo no se va, ahí se queda como advirtiendome algo que no sé...me da miedo.

Maldito sentimiento desconocido, me dan ganas de cantarlo y a la vez golpearlo para que muera un poco.
No he podido asfixiarlo con el humo del obligado cigarrillo de la tarde, aquél que me ayuda a olvidar la sesación de hambre y me despierta para terminar mi día en el trabajo.
Por más agua que tomo tampoco se ahoga
Tengo la leve sospecha, de que eso debe sentir un humano cuando se enamora, y por dios...qué pesadilla vivir bajo tal sopor insoportable, en donde las nbes parecen algodones azucarados, el aire huele a flor de naranjo y los atardeceres inspiran a recitar bellos poemas.

Qué asco, cuanta vulnerabilidad y yo, escritora de noches soliarias ¿me siento así?
No señor, eso no le pasa a los escritores, nosotros creamos ese mundo para los imbéciles mortales que dejaron de creer en el gordito de traje rojo que dejaba juguetitos anajo de su nada bonito arbolito de navidad lleno de foquitos multicolor con horrorosas melodías de la época más infelíz del año.

¡Qué putas ganas tengo de un beso!

Un beso de esa boca que me invitó al pecado por unos breves instantes y que seguramente su dueño me está leyendo y tal vez torciéndose de la risa.
Si, dando de risotadas en su piso de madera, escuchando alguna rara canción en un idioma aún más raro. No me importa, sólo escribo lo que se me antoja a esta hora en que se supone debería estar perdida en brazos de Morfeo.

Puede ser esa falta de descanso la que me hace alucinar con tal levedad del ser...

¡Maldita mortalidad!

El amor

Es como gritar, delicioso, liberador y totalmente fuera de todo control posible.
Eso es el amor, un impulso irracional que vive suspendido en el pecho, como una pastilla efervecente que al contacto con el agua burbujea y baja al estómago provocando livianidad que hace volar hasta al más incrédulo.
El amor señoras y señores es una infección que irremediablemente terminará por subirnos la temperatura y enviarnos a la cama. Si no me creen hagan el intento, pero advierto, hay quienes jamás se curan y pasan el resto de sus años envenenados, livianos, ciegos y un tanto aturdidos...puede incluso borrar la memoria lógica y las buenas costumbres.
Pero también he de confesar, hay de amores a amores. Existen algunos inocentes, otros llenos de lágrimas, unos más meramente pasajeros, los hay platónicos, de ciencia ficción...en fin el amor se acomoda a las necesidades de sus constantes y necios clientes.
Eso amigos míos, es el amor.


jueves, 27 de junio de 2013

Incoherencias

Me privas de tus letras como si tuvierasla odiosa intensión de tenerme a dieta de tu sentir.
No me resigno, así es, no la hago, te leo y te leo, más de 30 cuartillas de sentimientos mutuos que se fueron al caño por oportunidades únicas en la vida.
Hace apenas unos días me escribias raras frases de amor, un amor lleno de incertidumbres e inconsistencias y de un momento a otro, una llamada lo cambio todo, te perdí si haberte tenido siquiera.
Eres esa perfecta antitesis del mentado príncipe azul y recién descubro que es esa cualidad la que me tiene día y noche leyendo aquellas cartas creadas en el desvelo de la noche estrellada, preguntandome qué pasará,cuándo lograré sacarte de mis pensamientos, pero no logro encontrar una respuesta coherente y que termine por convencerme de que no eres una buenaopción para dedicarte algunas letras más. No pedía mucho, solo uno o dos siglos de letras y después irme si era tu deseo.

Pero bien, eso se queda en mis pensamientos, en esa otra dimensión en donde las posibilidades me tienen más felíz que en mi mundo conciente, en donde no soy más que otra simple mortal que vive, respira y anhela odas esas cosas que nos platican para hacernos más amena la existencia mientras esperamos ese dorado momento de morir y pasar a quien sabe qué dimensión rara de felicidad garantizada si pagamos una larga cuota de buenas acciones y pocos pecados.

Pero cariño, soy una pecadora sólo por respirar, sí, pecadora con todas sus letras. Vivo en el eterno enamoramiento de la posibilidad de mis imposibles. Trato de cultivarme, de ser "esa" persona diferente que todos recuerden, tal vez por mi soledad, por mi constante adicción a la infelicidad. Espero, de verdad espero que por lo menos alguien, no importa quien sea, me recuerde como esa escritora que sabía transportar a dimensiones paralelas y los hice sentir po un segundo de sus patéticas vidas un poco más hermosos, más amados, más libres tal vez.

No negaré el hecho, de que tienes a mis neurotransmisores vueltos locos, segregandose a la menor provocación. Lo confieso, dos letras tuyas y ya están haciendo una revolución en mi cuerpo.

Tengo frente a mí, poco más de 30 cuartillas de cartas, confesiones, soundtracks y varios deseos que se leen entre líneas.
Cómo me gustaría que no se acabaran, per no puedo luchar contra el chico cuyo mecanismo de defensa es retraerse, ¿Para qué retraerse?
Podrías llevarte a  tu larga aventura un montón de recuerdos, millones de letras, un playlist de puros soundtracks; en vez de irte con la incertidumbre del "Que hubiera sido sí..."

Yo me quedo aquí, buscando quién sabe que clase de felicidad, ya no busco el romance per sé, busco sólo unos brazos que quieran cuidar mi sueño por las noches y que quieran darme vuletas en una pista de baile. Busco una sonrisa sincera y un buenos días por la mañana. Busco quien quiera amanecer conmigo unos 7 días de la semana sin importarlela saliva embarrada en mi cachete.
Busco cosas sencillas, pero en esa sencillez, viene la complicación de mi existencia, pues esas personas portadoras de tan dichosas cualidades parecen haber desaparecido, tal vez se escndan de mí...y ya no me importa.
Hoy me conformo con tener café en la mañana, música para calmar a mis demonios, un cigarrillo para caminar a casa y unos billetes en mi cartera para comprarme libros que me sumerjan en ese mundo que sospecho, hemos creado los escritores con nuestras infantiles expectativas de amor y esas nimiedades que ahora o me quitan más el sueño.

No sé por qué escribo en este momento, tengo una fuerte necesidad de estar tecleando mis pensamientos, tal vez necesitaba desahogar los gritos de auxilio de mi alma que está severamente prostituida por mis deseos.

Quiero seguir escribiendo hasta que se me acaben las palabras para ti, pero no puedo, cuántos días más me voy a pasar tecleando mis tontísimos sentimientos. ¿Sentimientos? que palabra tan rara, nunca me he permitido la dulce muerte de mostrar mi verdadero sentir ante la sociedad, con los años he aprendido a esconder esas palabras que muchos quisieran merecer, pero recién comienzo a entender que es mejor dedicar frases de amor meloso a personajes inexistentes para no sentirme desnuda y vulnerable de agresiones y consecuentes fracturas sentimentales que medejarán medio muerta en este valle de almas en pena.

No sé si al menos me lees, espero que de entre tantos ojos que ahora leen mis raras y locas incoherencias estés tu, tal vez extrañándome un poco, pensando en esas cosas que nos escribimos...espero un poco más, tengas el vano anhelo de leer esas 30 cuartillas de sentimientos que nos mandamos durante varios atardeceres, sólo espero eso. Una llamada, un beso una caricia, ya no entran en mi lista, pues son inconsistencias que sólo existen en mi dimensión paralela

domingo, 23 de junio de 2013

Maldito

¡Maldita sea la madre patria que te lleva lejos de mí!

Malditas las horas en las que pienso en tí y en todas esas cosas que jamás haré contigo, maldito tú que llegaste a enamorarme con tus letras.
Ni un "Rubber Soul" calma a mi alma oprimida por la enfermedad del amor imposible, IMPOSIBLE vaya palabra...falta de sentido pero llena de sentimientos.
¡Qué ganas de arrancarme el maldito corazón! No quiero sentir, sólo quiero escribir...pero cada vez que trato de escribir algo coherente e inteligente, termino escribiendote a ti. Al chico de la pista de baile, al que hechiza con sus manos, aquél que me transporta a las estrellas con un beso...si...Tú...

Le he dado 3 vueltas a mis discos de Café Tacuba y me tortura ese "Aprovechate" que días atrás me llenaba de sentimientos que burbujeaban en mi estómago.
Y busco un Kumbala deseando estar a solas contigo, bailando sobre tu cama, y observando esos ojos negros llenos de melancolía.
Me enamoré del chico equivocado y todo es tu culpa.

Eres responsable de hermosas cartas llenas de sentimientos encontrados, eres culpable de que mi corazón latiera hasta casi colapsar cada vez que te leía y hoy simplemente me ignoras, no me dedicas ni el mínimo de tus saludos, y no sé por qué demonios lo tienes que hacer de esa manera.

No te culpo, yo hubiera hecho lo mismo, irme, alejarme, seguir mis sueños, al fin son míos ¿que no?
Pero no olvidaría a quien me hizo sentir que la vida tuvo un poco mas de sentido por un segundo, ese sentido que me hizo volar y bailar tu canción favorita, canción que robé sin quererlo.
Me senté en un piso de madera a fumar viendo la luna después de hacerte mío en mi imaginación.

Carajo, te voy a extrañar y eso no me parece ético, porque apenas te conozco.
Serás la musa a quién dedicaré mis tontísimas cartas de "amor"
Ahora lo entiendo, para eso veniste...para que te escribiera eternamente, para convencerme que una relación no era posible, pues con ella perdería esa inspiración que ni la luna puede darme...serás en la distancia a quien le escriba libros y libros de sentimientos que hacen nudos en el centro del pecho, que oprimen el hambre y hacen que adelgace aunque coma hasta el desvelo.

Quisiera aunque lo sé imposible, tenerte un día para mí, desde que el sol salga hasta que se oculte celosamente entre las montañas, para poder besarte, tenerte entre mis brazos. Sólo ese día pediría para recordarte el resto de mi vida o por lo menos todo ese tiempo en que serás habiante de una ciudad extraña en donde tal vez ya no seré importante, en donde tus canciones no tengan mi nombre y en donde mi recuerdo comience a perder sentido, en donde ya no baile sobre tu cama.

¡Maldita sea la madre patria que me hace escribirte mis odiosos sentimientos!

Por mi camino como escritora, ten por seguro que no lo dejaré, me enseñaste que es lo más coherente que he hecho en mi absurda, extraña y coqueta vida.

"Te dejo un beso con el sabor del viento entre eucaliptos"  como diría Edel Juaréz mientras Fernando Delgadillo da los suaves acordes de unos "Momentos pendientes" que ahora inundan mi habitación.

Val G.




Llueve incesantemente, tanto como te pienso últimamente, tengo una rara, atipica y loca necesidad de verte.
Hace unos días permanecía suspendida en la nube de tus besos y hoy te estás despidiendo de tu vida en este país, y lo entiendo y me emociona.
Pero...
me pone inmensamente triste, melancólica, como quieras llamarle, no entiendo de qué se trata este sentimiento. Estoy tan débil, tan ansiosa de un saludo, de una palabra del hombre que dos semanas atrás me hacía suya en na pista de baile y hoy trata de huir de sus sentimientos ignorandome.

Vaya jugada la tuya, haces que te extrañe cuando no tengo la necesidad de hacerlo, pero allí estás, metido entre mis neuronas, saltando con cada sinápsis. Estás en mi libro, regalandole tu nombre al personaje principal.
Estás en mis canciones y eso sí no te lo perdono, mis canciones son mi escape, mi mundo, mi vida...y estás metido, estorbando en mis letras y haciendo que te las dedique en silencio.

¿Quién carajo te crees?

Salte ya en este momento de la canción que le pone flow a mis sentidos, deja de saltar cuando suena "No es que no te quiera", deja a mi Hello Seahorse, deja mis ritmos. ¿Cuándo te adueñaste de mi playlist?

Eso, Sr. manos de oso es totalmente imperdonable...a mi nadie viene a quitarme la fuerza y a meterse con mis canciones, NADIE...N-A-D-I-E.

Y sigue lloviendo y te sigo pensando, por  favor ¿Sería usted tan amable de darme la receta para que salga de mis pensamientos, mas no de mis sueños?



domingo, 9 de junio de 2013

¿Un te amo?

Comienzas por escribir un "Te amo" en mi pantalla para que todos lo vean, dos palabras sin sentido cuando vienen de un corazón tan seco como un desierto.
¿A quién quieres engañar?
Tu amor es tan estable como una torre de jenga que se sostiene por un sólo bloque. Juegas a celarme, a vigilar cada uno de mis pasos como si fuera una criminal, además tienes la osadía de quererme sumisa, abnegada y que me rinda ante tus pies.
¿Acaso no recuerdas que me gusta dominar?
Mi hombre debe ser un reto constante, una invitación a la maldad, apasionado, creativo, entregado, caliente...y no es que esto último sea mi proridad, pero si es determinante...además de eso debe amarme, respetarme, ser detallista, ocurrente...ya te lo había resumido...debe significarme un RETO para que permanezca interesada.

En la cama debe ser maestro, sí, lo leiste bien, un verdadero maestro.
Conmigo no bastan jueguecillos de un acostón y se acabó, ¡no!
Mi hombre debe llenar mi habitación con el lenguaje sucio de su pécora lengua; sus manos me tienen que llevar a marte, sus ojos a la luna y su sexo al infinito.
Debe dominarme, retarme mientras me hace suya, pero tiene que atenerse a las consecuencias pues pido completo sometimiento y cumplimiento a mis deseos.
De una vez te lo digo, el misionero por los siglos de los siglos no será mi posición preferida, me gusta la variedad...yo ofrezco lencería y tacones de cortesía, ¿O ya olvidaste lo bien que me veo de espaldas con mis tacones como única prenda?

Quien merezca mi amor debe saberme llevar, es como el baile, si no te acoplas a tu pareja...de coger ni se habla.

No soy muñeca plástica, tengo cerebro, mi boca no esboza falsas sonrisas, mas bien tiene muchas habilidades, de las cuales ya no tendrás el placer de congratularte.

¿Me dices que me amas, cuando en tu cama reina el fantasma de la traición?

Un "Te amo" de tu boca ya no me sabe sincero, me sabe a mentiras y falsas promesas.

viernes, 26 de abril de 2013

Entre sábanas

El deleite de estar enredada entre mis sábanas no me ha dejado pensar en nada...tengo una sonrisa inmensa y ciertamente perversa.
Hace más de cuatro horas que él se fué de mi casa, y sigo sin creer que esto de verdad pasó. ¿En qué momento maestro y alumna terminaron en tremenda sesión de sexo salvaje y apasionado después de la escuela?
No lo sé...lo único de lo que estoy segura es que desde el primer día en que lo vi, tuve claro que quería ser más que una alumna en su vida.
Cuando empezamos a platicar sobre nuestras vidas, filosofías y deseos, comencé a tener una fuerte y constante necesidad de saber de él y no porque estuviera enamorada, sino por el hecho de que pensar en él me excitaba mucho; tanto que muchas noches, después de haber tomado clase con él, pasaba preciosas horas explorando mis propios placeres con las yemas de mis dedos, repitiendo en silencio su nombre; fantaseando con sexo salvaje, labios mordidos y orgasmos por millones.

Son las 5 de la mañana y no puedo dejar de darle vueltas a la tarde anterior...en momentos me siento culpable, pero después recapacito y me vuelvo a excitar con el recuerdo de lo sucedido.

Voltear hacia mi espejo y revivir las imágenes mientras nos entregabamos...volver a sentir sus manos recorriendome con desesperación... ¡Carajo, estoy excitada!

Necesito verlo y apenas es sábado...tengo que ingeniarmelas para que de aquí al lunes mis ganas no me derroten...massturbarme es una buena opción y más ahora que ya lo sentí dentro de mí.

Así pasan sábado y domingo, sin novedades, ni mensajes ni nada, estoy desconectada; cierro los ojos y en lo que para mí fué un minuto...desperté en Lunes...ya lo voy a ver.
Me levanto, me meto a bañar...meticulosamente escojo mi ropa interior, un pantalón negro que acentúa muy bien mi trasero y una camisa negra, con un gran escote.
Me termino de arreglar y como entro hasta las 4, me voy con mi mejor amiga a hacer compras en la plaza cercana a la escuela.
Llegamos a las 3:45pm, me asomo al estacionamiento y ya está su coche...ese pequeño artilugio plateado que fué fiel testigo de lo aventureras que pueden ser mis manos mientras él maneja.
Una idea me corrompe... ¿Y cómo lo voy a tratar hoy?
Sudo frío, nadie puede saber lo que hay entre nosotros...que ciertamente no es amor...es sólo sexo...muy buen sexo.

Subo al salón con mis dos amigas más frecuentes y está él...tranquilamente escribiendo teoría en el pizarrón, nos da las buenas tardes y tomamos asientos...yo no sé con qué cara verlo...siento que mi gesto se vuelve perverso mientras recuerdo mi boca dándole placer...y de nuevo estoy excitada, muy excitada...necesito de él.
Calmo mis ansias poniendo atención a la teoría y me siento a salvo, pues su mirada no se ha encontrado con el mía.
Hacemos un receso de 20min para comer y hacer otras cosas...yo me quedo en el salón con él...ho hablamos, pero irremediablemente nos miramos; mi sangre comienza a hervir,  muerdo mis labios mientras que con la mirada le digo todo lo que quiero.
Como adivino, nos deja salir una hora antes de la escuela y me quedo más tiempo en el baño para que mis amigas se vayan.
Regreso al salón con el pretexto de haber olvidado algo, pero no lo veo; de repente, se cierra la puerta detrás de mi, la luz se apaga dejando el lugar en penumbras, el piso donde estamos está completamente solos, hay fiesta en la terraza de la escuela y nadie pregunta por nosotros.

Me lleva al escritorio sin decirme nada, solo clava su mirada en mis ojos y en mi escote...con cortinas cerradas me recarga contra el mueble, me acomoda dandole la espalda...poco a poco me baja los pantalones y la tanga gris que usaba. Me abraza mientras que con una mano de despoja de sus pantalones, me toma del cabello y me penetra...se hunde en mí y tengo que ahogar mi grito...
Me embiste salvajemente, me pega en los glúteos hasta hacerlos arder, hace que sienta tantos orgamos como para dejarme sin conciencia.
Me carga y continuamos en la pared...boca con boca besándonos, mordiéndonos y callando el placer que sentíamos.

Después de llevarme tantas veces al paraiso huyo al baño para arreglar mi maquillaje. Mientras lavo mis manos y corrijo las pequeñas imperfecciones, entra al baño y en intenso arranque me despoja nuevamente de mi ropa, dejandome en tacones, expuesta, excitada y temerosa de que alguien pueda vernos.
Me dobla, hasta que mis manos tocan mis pies, me abre de piernas y me vuelve a penetrar, salvaje y delicioso...ya no puedo evitar gemir de placer y pedirle más y mas.

Después  de varios minutos...lo siento ayacular y me provoca un orgasmo enorme...ya no lo puedo evitar y grito su nombre... ¡Javier!


viernes, 19 de abril de 2013

Aquella noche

Recién se asomaba la luna cuando él llegó, tenía muchos días de no poder verle...y mi deseo ardía...

Como si no hubiese pasado un segundo desde la última vez que nos vimos, me besó furioso y apasionado, robando mi aliento con desesperación. Su cuerpo rápidamente me aprisionó contra la pared, mientras poco a poco me retiraba la ropa, dejándome sólo con medias y tacones, totalmente expuesta y excitada.
Sin darme en cuenta, él ya no tenía nada puesto...estaba a merced de mis insaciables deseos.

Me acostó de espaldas con la pelvis completamente levantada...comenzó por besarme los muslos, agitando mi respiración cada vez que su lengua me recorría.
Sin aviso previo hundió su boca en mi vagina, succionandome con fuerza y haciendo deliciosas penetraciones con su lengua...sin pensarlo mientras su boca jugueteaba al punto de sacarme orgasmos a cada minuto, sus dedos traviesos comenzaron a explorar ese otro rincón, con el cual no habría pensado jugar.

No sé cual fué mi reacción, pero provocó que me pusiera en cuatro patas y me penetrara con fuerza...sentir su miembro completamente erecto dentro de mí me hizo convulsionar de placer en repetidas ocasiones.
Nuevamente sus dedos traviesos comenzaron a explorarme y al tiempo en que me embestía apasionadamente, comenzó a penetrarme lentamente haciendo de estas dos sensaciones  algo completamente delicioso y desquisiante...

En un movimiento me dejó caer sobre mi espalda y volvió a penetrarme sin quitar su mirada de la mía...sus ojos brillantes parecían decirme millones de cosas...hay una deliciosa furia en ellos.
Me vuelvo loca cuando con gesto recio se muerde el labio inferior...parece querer retarme y eso me excita al punto de hacerme perder el pudor y la razón.
Una pausa...se vuelve a morder el labio y me da la mas deliciosa de las cachetadas.
-¿Te gusta?- Me pregunta en un tono que me hace pedirle más...otra cachetada más fuerte y mi consecuente orgasmo.

Sin avisar y en completo ataque me monto sobre él, dominando cada movimiento, haciendo que sus manos se apoyen en mis senos, después en mi cintura y haciendo que se queden en mis glúteos, buscando esa nueva sensación que me ha quitado el gramo de inocencia que durante años defendí.

Ver su cara de placer mientras lo monto, haciendolo mío, esclavo de cada uno de mis deseos, dejándolo falto de aliento y voluntad hace que me sienta deliciosamente realizada y con ganas de aún más.

Lo dejo descansar...veo como va cerrando los ojos, respirando profundamente mientras mi cabeza reposa en su pecho...
Mis insaciables ganas hacen que lo comience a besar poco a poco, primero en la cara,  los labios, después un poco de su cuello, su pecho,  pezones, ombligo, vientre, hasta llegar a su miembro el cual permanece erecto y suculento.
Comienzo lento, jugando con la lengua, recorriendo su cabeza húmeda y sensible...una pequeña convulsión de placer; hago una pausa y lo succiono fuertemente...juego con los ritmos hasta que lo hago explotar en pequeñas convulsiones hasta dejalo completamente agotado a mi lado.

Nunca me imaginé que este tipo de mujer viviera escondida en mí...pero cada vez que él me mira y me dice lo mucho que me ama y lo mucho que me desea, ella se despierta y tiene muchas ganas de dominarlo hasta dejarlo completamente exhausto y con un deseo insaciable de ella.
Aquella noche me hice completamente auténtica...aquella noche conocí a mi verdadero yo.






martes, 2 de abril de 2013

El día siguiente a tu muerte

Hoy es el día después de tu muerte.
Tu lado de la cama aún conserva la calidez de tu cuerpo, no quiero abrir los ojos, no quiero darme cuenta de que has partido.
La casa huele a ti, cada uno de los muebles lleva consigo un poco de tu esencia.

Mi cuerpo conserva la pasión de tus besos de aquella última noche entre tus brazos. Si cierro los ojos mientras el agua de la regadera cae sobre mí, puedo sentir tus manos recorriendome.
Cada brisa que toca mis mejillas es como si me besaras.

No puedo creer que apenas ayer amanecías a mi lado, me besabas en la boca, me tomabas entre tus brazos y me agradecías un día más de amor.
Apenas ayer tomabamos el café y recordabamos los años en que nuestros hijos eran unos niños y corrían por la casa, la alegría que nos daban con sólo sonreír.

Quisiera que el tiempo volara, pero parece que cada hora  es una semana...hace apenas un día en que moriste y siento que han pasado años sin ti.
Quisiera que se me diera la gracia de la muerte para poder estar nuevamente a tú lado.
Me pone muy triste ver a los niños llorando ante tu ataúd, no importa lo grande que sean, para mi siguen siendo unos niños que me necesitan ahora que te has ido.

Pareces tan plácido acostado, como durmiendo, con tu traje favorito, sin corbata, con tu anillo de bodas reluciente.
No entiendo por qué tuviste que partir así, sin avisar, simplemente cerraste los ojos mientras hojeabamos nuestro albúm de bodas y has decidido no despertar.

Moriste felíz, moriste a mi lado, tomándome de la mano, diciendo que me amabas...te has ido lleno de paz y aquí amor mío me quedo con todos nuestros recuerdos, con cada carta que nos escribimos, esperando al maravilloso día en que puedas venir por mi.

Es el día siguiente a tu muerte...y te estoy enterrando.

jueves, 21 de marzo de 2013

¿Y si muero sobre tu piel?

Que sea por una noche.
Déjame probar el veneno de tu piel y respirar de tus labios

Mátame con tus caricias tortuosas y el fuego de tu mirada
Haz del dolor mi éxtasis y de tu dureza mi debilidad.

Que tu pecora lengua sea la maestra de mi inocencia
y tus manos los instrumentos de mi temido placer.

Déjame agonizante sobre tu pecho
para ir perdiendo la vida en la profundidad de tu mirada.

Déjame morir sobre tu piel sólo una noche
y  la noche consecuente hasta que la inmortalidad nos atrape.



jueves, 14 de febrero de 2013

Sesenta segundos

En los sesenta segundos que preceden a la noche no hay mejor música que el silencio de nuestras miradas.
Tus manos, divinos instrumentos que conocen la lectura de una voluntad que con descaro me arrebatas, dejándome a merced de tus deseos.
Somos más que dos cuerpos desnudos en el claroscuro de la habitación; somos dos amantes encontrándose entre besos con sabor a pecado y penitencia.
Somos siluetas en el ventanal...sin principio ni fin...somos sombras de una misma soledad.
Bebiendo de ti, tratas de callar los gritos de tu piel en ebullición...te escurres de mis labios, tibio y suculento.
 Prisionera de tus manos...quedo indefensa...espalda contra la pared, corrompida hasta de la conciencia, escribiendo a rasguños en el pergamino de  tu espalda, mientras, con descaro pierdes tu lengua en el paraíso carnal por el que fuimos expulsados de la vida eterna.
Penetrándome hasta el alma, gobiernas la voluntad del terciopelo nevado de mi cuerpo; lo derrites con la calidez de parafina de tu piel canela.
Hundiendo tu placer entre los pliegues de mi inocencia haces del tiempo un instrumento fiel de tus deseos y pretendo seguir inmersa en aquellos lejanos sesenta segundos…
Hace ya más de una semana en que respiro esos primeros sesenta segundos que anunciaban aquella peculiar noche de luna sonriente. Sesenta segundos en donde la conciencia comenzó a ser fiel a la pasión de nuestros deseos...sesenta segundos de una música de miradas silenciosas...sesenta segundos que forman los minutos de nuestra eternidad.



viernes, 11 de enero de 2013

Esa noche

Recuerdo que me perdí en tu mirada mientras el sol celosamente se escondía entre las montañas. Esos últimos rayos iluminaban tu piel canela y hacían resplandecer esa sonrisa que me hechizó desde el primer momento en que te vi.

No necesitamos palabras, nuestros ojos hablaron por nosotros...el deseo se respiraba en la atmósfera que nos rodeaba; cada beso nos confirmaba la explosiva química de nuestros cuerpos.

Después de un día en que nuestras soledades se hicieron una, nos quedamos sentados, cada cual en un extremo de la mesa, con un nervio profundo...nos fuimos a la cama...platicamos tantas cosas como nos fué posible, hasta que me invitaste a recostarme en tu pecho.
Abrazados con los corazones desbordantes, nos dimos ese primer beso, preludio de la gran colisión estelar que ibamos a presenciar.

Beso a beso, nos fuimos reconociendo...rincón a rincón nos hicimos viejos conocidos.
El pudor se volvió una regla efímera e innecesaria...la ropa un mero trámite...

Nos fundimos en un beso perfecto...tus manos se hicieron las mías...las guié a cada botón placentero.
Cada caricia se convirtió en un tatuaje...y a la distancia del recuerdo sigue estremeciendonos.

Esa primera vez...los nervios nos traicionaban...
Nos transformamos en algo que la gente común jamás conocerá

En los ojos del otro nos volvimos auténticos...nos amamos y comprendimos que por fin habíamos encontrado ese sueño que parecía imposible, pero al cual no habíamos renunciado.

Esa noche por fin comprendí que eres el único y auténtico amor de mi vida y agradezco infinitamente el haberte encontrado.


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