viernes, 28 de diciembre de 2012

Un año más

Ahora tengo conciencia, puedo voltear y ver todas aquellas vivencias que me han marcado.
Hay personas que aún están a mi lado, otras tantas que sólo viven en las imágnes de las fotografías que ahora están en mis manos.
Unas más que ya han volado hacia un destino más placentero que la vida misma.

En dos días cumplo 26 años...y el sólo pensar que este último año será en absoluto inolvidable.
El 30 de Diciembre del año pasado, recibia una de las noticas mas hermosas de toda mi existencia, pues me enteré que en mi vientre ya se formaba mi hermosa hija, quien hoy  por hoy da un sentido mágico a mi existencia.

Es a partir de este día, en que decido cambiar todo, dejar aquello que me estorbaba y no me permitía crecer.
Tuve la oportunidad de compartir mi embarazo con mi madre, la cual siempre había soñado con ese momento.
Durante esa aventura de 9 meses viví tantas cosas como dar a conocer por ejemplo este blog que poco a poco se ha ido nutriendo de experiencias y fantasías.
Gracias a esta página he conocido a los mejores amigos de letras que la vida me pudo regalar; Gustavo, Daniela y Ginna.
Tres personas que aunque nunca hemos tenido el cósmico placer de conocernos en persona, se han convertido en buenos amigos y críticos de literatura; y sin ellos no podría seguir creciendo como la escritora que algún día aspiro a ser.

El 3 de Agosto, se convirtió en la fecha más felíz de toda mi vida, pues en este día nació mi hija.
Recuerdo una noche antes de su nacimiento, sentir esas primeras contracciones que me anunciaban el término de una aventura y el inicio de una más grande.
Estar en el quirofano, con los nervios a flor de piel, acostada, con la mitad del cuerpo dormida...mucho movimiento, presión, mucha presión, el monitor de mi corazón y de repente un largo silencio y ahí estaba ella, anunciando su llegada con un poderoso llanto.
Sólo recuerdo, al ver a mi hermano a mi lado el soltar un llanto profundo...de felicidad.
Verla por primera vez...es la cosa más maravillosa que me ha pasado en estos 25 años que agonizan con las horas.
Tenerla por primera vez en mis brazos me enseñó lo que es el amor verdadero, el incondicional...un amor sin principio ni fin.

Ya hace 4 meses de ese gran acontecimiento y agradezco, a pesar de las duras circunstancias, el tener a mi lado a María Fernanda, sin ella ahora se que mi vida no tendría sentido alguno.No se qué sería de mi si ella no existiera.

Durante este año, volvi a encontrar el significado de mamá...me reencontré con la mía.
Volví a ese cálido abrazo del cual me privé durante 5 largos años, nos unimos una vez más y ese lazo se ha hecho más fuerte gracias a Mafer.

Tuve experiencias cósmicas en dónde pude saber muchas cosas que con el paso de los meses se han cumplido.

Una, de la cual desconfiaba, era la llegada de una persona especial a mi vida.
La predicción: Vas a conocer a alguien que al principio no te va a interesar, pero después del nacimiento de tu hija, aproximadamente entre los 3 y los 6 meses, llamará tu atención y se convertirá en el compañero de tu vida. Claro que es importante recordar que para lograr ese objetivo deben construir una relación basada en el amor y la confianza.
La segunda predicción fué: Recibirás un mensaje, tal vez a través de una red social...el amor está cerca de ti, es importante que te acerques a viejas amistades como las de la secundaria o preparatoria.

¿Demasiado específico no?

No lo creí, en un principio, soy muy sincera.
Pero sucedió...

A mediados de año recibí una solicitud de amistad de un chico que por datos escolares sabia que había estudiado conmigo...pero no lo recordaba...lo acepté, pero realmente no me puse a investigar más de él...la foto me gustó debo confesar.

Durante el año, con las personas del colegio donde estudié la secundaria, estuvimos planeando sin éxito una reunión de todas las generaciones.
Se pusieron fechas que no se cumplieron.

Tal vez la desesperación nos llevó a hacer una reunión expres con quienes quisieran unirse a nosotros en una conocida colinia de la delegación Azcapotzalco.
Yo fui, sin esperanzas de encontrarme a alguien...aunque secretamente esperaba la llegada de una persona que en días pasados había comenzado a ganar mi curiosidad...el chico de la foto...

Dejé...sinceramente a propósito mi número móvil...literalmente dejándolo a la suerte.
Por desgracia, el chico no llegó a la mentada reunión que salió mejor de lo que se esperaba.
Lo que yo no esperaba era esa misma noche, recibir un mensaje privado de él.

Qué sucedió a partir de ese 17 de Noviembre...aún no lo sé.

Lo único que tengo claro es que a partir de ese día nos hicimos inseparables...el 24 de Noviembre llegó sin saber realmente donde vivia... ahí estaba afuera de mi casa...
Mi estómago con un vacío enorme de pura emoción.

Ya era de noche, salí...el pasillo a la calle se hizo muy largo y lo ví...mi corazón latía tan fuerte que juraba que iba a escapar de mi cuerpo.
Tal vez sólo pasamos media hora juntos...me entregó dos hermosas nochebuenas...nos abrazamos no sé cuantas veces con un temor increíble.
Su loción quedó impregnada en mi ropa...y lo supe...estaba enamorada de él.

A partir de ese día, nos hemos visto con frecuencia...bueno, estos días no, ya que se fué de viaje, pero ello no ha sido impedimento para que sigamos comunicandonos y haciendo que este sentimiento crezca a cada minuto.
¿Qué nos depara juntos? No lo sé, la única certeza que tengo es que no lo dejaré ir.
Hay un cariño tan grande entre ambos que nos hace sentir viejos conocidos.

Ya 2013 comenzará a dictarnos nuestra historia... por el momento, nos mantenemos solteros pero extrañamente comprometidos...

Con estos 25 años que agonizan...lo único que puedo hacer es agradecer las cosas buenas y las cosas malas que me han pasado.
Cierro esta edad con mucha alegría, aprendizaje y proyectos. Cierro siendo la madre más felíz del mundo.

No me arrepiento de mis errores, pues de las experiencias he aprendido y sé que de no haberlos cometido, no me sentiría tan plena y felíz como lo estoy hoy, en esta fría noche de invierno, sentada en mi sala, esperando a que las horas pasen para por fin abandonar esta edad y comenzar una nueva con una conciencia renovada y con un amor inmenso hacía las dos personas que llegaron a mi vida y que por una fortuna cósmica, nacieron el mismo día...aunque con 28 años de diferencia.

¡Salud por mis agonizantes 25!


domingo, 23 de diciembre de 2012

Inesperada

No iba a esperar que regresaras de viaje para comerte, perdón, para tenerte conmigo.

Ahora que lo veo a la distancia, compruebo que soy maestra en la materia de llegar a mis objetivos.
No sé cómo pasó, lo único que recuerdo es estar subiendo a ese avión con destino a París.

No era muy tarde cuando llegué a la ciudad, el frío era intenso, pero las ganas de verte, me daban el calor necesario para seguir con mi plan.
Recuerdo haberte visto entrar en aquel hotel, esperar a que no salieras de tu habitación y registrarme para preparar mi gran show del día siguiente.

Salí por la mañana de compras...un rápido paseo por el "Moulin Rouge" y mi mente desbordaba de ganas.

Te recuerdo entrando al bar del hotel, sin esperar verme.
Gabardina de satín chocolate, tacones altos, chongo para dejarte ver mi cuello. Piernas cruzadas, una sonrisa y todo estaba dicho.

Te di el número de mi habitación...
5pm hora de París, abriste la puerta...ventanal descubierto...terraza abierta y en el sillón tus deseos a la orden.

Un beso por demás sugerente y mis manos metiendose sigilosamente en tu pantalón...tu boca, hundiéndose en mi cuello, tus manos aprisionando con furia mis pechos.
Sin más, me levantaste y beso a beso me llevaste hasta el tocador...la imágen frente al espejo, yo, totalmente desnuda, tus manos recorriendome, tu boca probandome con ansias...
Que sensual es ver tu imágen en el espejo mientras me haces tuya..

No soy tan flexible como quisiera y aún me sorprende el sin fin de posiciones que probamos mientras que en la ciudad se hacía de noche y comenzaba a iluminar sus monumentos.

Una pausa, te acostaste en la hermosa cama antigua, fumaste un cigarrillo de clavo mientras preparaba mi segundo acto.
Lencería negra, tacones y chocolate...

No mentiré, el sexo oral con chocolate es el mejor del mundo...no recuerdo haber gritado tanto nunca...espero que los rasguños en tu espalda ya estén sanando.
Tampoco recuerdo haber visto a un hombre disfrutar tanto de los placeres de la lengua...y no hablo del idioma...

Dos botellas de vino tinto, champagne y fruta con chocolate mas tarde...y en la entrada del balcón abrazandote con las piernas llegando a ese clímax delicioso que aún me estremece...vimos el amanecer parisino.

El momento cumbre, dormir en tu pecho, para unas horas mas tarde, después de recorrer la ciudad de mis sueños, abordar nuevamente el avión y aguardar ansiosamente tu regreso.



viernes, 21 de diciembre de 2012

Te extraño

Cuantos deseos flotando en ésta mágica noche de invierno, aún conservo la sensación de el tierno beso que me diste la tarde pasada.

Ahora mismo estoy sentada, viendo hacia la ventana, el frío cala mis huesos haciendo que el deseo de tener el calor de tu cuerpo sea más intenso.
La química y la casualidad nos tienen aquí...deseosos de aquello tan desconocido y a la vez suculento. Cuento días, minutos y segundos para desfallecer ante tu mirada, profunda y penetrante. Sueño con la calidez de tus labios besando los mios; la suavidad de tus manos recorriendo con temor mi piel, piel que te desea, piel que añora el calor de la tuya, calor desconocido y a la vez tan familiar.

No puedo negarle más a mi razón que esto no es cariño, lo que mi corazón siente se llama amor, uno profundo y sincero. Amor que desconocía hasta el momento en que tus ojos y los mios se encontraron en aquellas oscuras horas fuera de mi casa.

Qué mágica casualidad me tiene aquí, añorando tu regreso. Te extraño como si te conociera desde el mismo día en que nací.
Te envio los besos que no te he dado y el calor que sé que necesitas para que me sientas un poco mas cerca de ti.
Aquí te espero, ansiosa y con mucho amor por darte.
Aquí te espero para que nos demostremos todo aquello que las letras dicen en las noches en que platicamos, para de una vez dejar el miedo de lo desconocido por la grata felicidad de lo que estaremos conociendo juntos.

En el viento de París

Hoy, un breve y cálido rayo de sol se colará por tu ventana...el sonido de las aves te anunciará el amanecer.

Asomate por la ventana y admira la majestuosidad de las calles, la sigularidad de los rostros de aquellas personas que parecen pintarse en el mural de tan romántica ciudad.

Sal a la calle, dirige tus emociones hasta aquella torre que tantos deseos ha inspirado a esta breve escritora.
Sube, admira el horizonte ante tus ojos. Siente el aire que te abraza, siente su caricia...retrata cada instante.
Busca aquél café que tenga mesas al exterior, reconocele por el vino en sus mesas.
Pide el café que más te guste...admira a cada persona, cada obra de arte que se pose ante tus ojos...sienteme, ahí estoy a tú lado.

Mi esencia está plasmada en cada pintura, en cada libro que encuentres...hojea uno y lee la página que más te guste...es lo que siento por ti, compralo si es tu deseo aunque no es necesario.

Acercate a aquellos artistas que pintan en las calles, observalos y ve con aquél que robe severamente tu atención...mira su pintura...Ahí estoy nuevamente...diciendote lo mucho que te quiero.

Cuando camines por los campos, busca la flor mas bella y retratala para mi.
Piensa en mi, mientas observas aquella torre que me cautiva...¿Qué me dirias si me tuvieses contigo en ese momento?
Haz que ese mensaje llegue a mi de la manera mas original e inesperada que quieras.
Por la noche retrata la ciudad, con todas sus bellas luces...retratate con ella, y cuando veas esa foto, podrás ver mis pensamientos iluminando el paisaje.

Disfruta con tus sentidos de aquella mágica ciudad...mi esencia está contigo.


sábado, 15 de diciembre de 2012

Temperatura grado infierno

No sé como pasó, mi mente aún no se recupera de la neblina. Cierro los ojos y puedo verte; son pequeños destellos de lo ocurrido.
Mi piel se estremece al recuerdo de ese tacto desconocido y a la vez tan familiar.
Tu olor ahora es el mío, no sé lo que sucedió, alguién fue dinamita y el otro fue el fuego que hizo explotar todo lo que ahora viene a mi mente.

Todo comenzó con ese beso en el café,entre los olores de canela, chocolate y cigarro, me tomaste sutilmente de la cara y me acercaste poco a poco esos labios que hablan el mismo idioma de mis ahogados deseos taciturnos.
Un sorbo de café, una mirada y todo estaba dicho.
Pedimos la cuenta, subimos al auto y comenzaste a manejar sin destino alguno.
Un calor incesante invadia nuestro entorno, un sudor casual, respiración agitada; no queríamos mirarnos, dejamos que la radio llenara el vacío de nuestro agitado silencio.

La carretera nos llevó a nuestro destino, un pueblecillo de lo más pintoresco, clima agradable.
Sin decir nada, nos registramos en un hotel, dos noches quedaron pagadas.

Subimos, dejamos nuestras cosas, y como dos adolescentes nos sentamos uno al lado del otro, en aquella inmensa cama de sábanas blancas.
Me tomaste de la mano, me acerqué. Sin decir nada, nos miramos a lo ojos, y poco a poco fuimos rompiendo la distancia.
Comenzamos con un beso, tierno, sin pretenciones. Te miré y perdí la conciencia.
Volvimos a besarnos, con intensidad, y una extraña furia tal vez provocada por el deseo que se podía respirar en el aire.
Besarnos, morder tus labios, escuchar tu respiración que, paulatinamente comenzaba a acelerarse, hasta que tus manos decidieron actuar y se fueron directo a mis pechos.
La temperatura cada vez se hacía mas intensa; me tomaste entre tus brazos y me lanzaste al centro de la cama, arrancaste cada prenda de ropa que cubriera mi cuerpo, al tiempo que te quitabas lo propio.

Sin pensarlo, me tenías aprisionada contra la pared, con una mano apretabas fuertemente mis manos y con la otra acariciabas desde mis pechos, jugueteabas con mi ombligo e irrumpias en mis labios húmedos y deseosos de tu penetración.
Me cargaste y me hiciste tuya, mientras mis piernas abrazaban tu cintura y mis uñas se clavaban en tu espalda.
Nos recostamos, fumamos un cigarrillo. Cerré los ojos y sin darme cuenta, tu lengua ya estaba probando el nectar de mis deseos...encendiste nuevamente mi llama.
Me monté sobre ti; tomaste con fuerza mis caderas y ayudaste a guiar el torrente de orgasmos que tuve mientras subia y bajaba, aveces con fuerza otras tantas con delicadeza.
Jugaste con mi flexibilidad y así amanecimos, con más deseo que el que nos llevó a ese hotel en aquél pueblo.

Pasados esos dos días en que la luz del sol no tuvo noticias de nosotros, tuvimos que regresar. El sol ya se ocultaba cuando nuevamente estabamos en el carro. Deseosos el uno del otro...temperatura grado infierno.
Una casual parada por el cine, función de media noche.
¿Quién diría que las faldas fuerantan útiles cuando el deseo se convierte en una urgencia?
Mudos por apariencia, pero sudando con insistencia...no recuerdo nisiquiera el título de la película.

Llegando a casa, no nos quedó mas que despedirnos con un beso efusivo. Beso que despertó aún mas mi deseo. Deseo que me tiene aquí en mi estudio escribiendo tu recuerdo y esperando por un nuevo encuentro.

viernes, 7 de diciembre de 2012

Esta noche

Te estaba esperando.
No hacía falta el mensaje de texto, ya sabía que tus ansias de mi no pasaban de hoy.

¿Por qué no puedes ver nada?

Cariño, es parte del juego, de eso se trata.
Esta noche eres mi presa. Soy como una leona acechando, sigilosa me muevo entre las sombras.
Tu respiración entrecortada me confirma tu nerviosismo.

¡No! No pongas resistencia, no necesitas usar tus manos en este momento, déjame amarrarlas para que no hagas trampa.

Ven, sientante aquí, juguemos a imaginar.
Adivina qué traigo puesto.

Es nuevo, es rojo y con encajes.

¿Mi talla?

La adecuada para que mi bra se vea espectacular

Voy a soltar tus manos, pero no puedes pararte, ni jalarme. Sólo puedes tocar.
Debes seguir mis reglas, mis manos te llevarán y mi voz te dirá que es lo que estás tocando.

Comienza por aquí... ¡No tiembles! No muerdo, bueno, al menos que tú así lo quieras.
¿Sientes mis piernas?
Sí, esta noche me he puesto medias y sabes que no lo acostumbro. Sigue subiendo cariño. Si, ya descubriste que también tengo un liguero, se siente tenso ¿no?

Tienes permiso de estacionarte en mis glúteos, sé que los adoras, imaginalos, suaves, redondos y perfectos.

¿Mi tanga?

Un sensible detalle de tela...

Sigue, ve más arriba, siente mi abdomen.
Cariño, deja de jugar con tus dedos que me quitas la voluntad...

¿Ya te diste cuenta de que estremeciste mi piel? Sigo chinita por tus delicadas caricias.

Dime ¿Por qué tu respiración está tan agitada?

Anda, no te distraigas, necesito tu atención en tu cerebro y no más abajo.
Pierdete en mis senos, hazlos tuyos, pero no me quites nada.

Ya lo sé cariño, ya no puedes más.
Sé que quieres ver lo que tus manos ya tocaron y poseer lo que tu deseo añora.

Sigue mi voz, aquí estoy.

Abre tus sentidos, sigue mi perfume.
Escucha y sigue mi respiración.

Encuentrame en esta penumbra...se te ha olvidado el frío del ambiente...eso no lo tenias que mencionar.

¿Chocolate?

Que buen olfato, descubre en dónde lo tengo.
Invito pues a tu lengua a descubrir su ubicación...a deleitarte con mis sabores.

¿Por dónde quieres comenzar?

Ahh, no ahí no está, mi cuello era algo obvio de imaginar...
Sigue cariño, que ya lo vas a encontrar.

Ahora que acabes de comerlo, puedes hacer conmigo todo lo que quieras.
Pero te voy a pedir una cosa...algo que no acostumbro.

Dime paso por paso, qué vas a hacer conmigo...
¿Por qué lo quiero así?

Porque el punto G de una mujer está en su oído, si buscas más abajo, estarás perdiendo el tiempo...en cierta manera...

Bien, espero tu respuesta...





Aire


Amor mio, asomate esta noche por la ventana y busca la estrella más brillante en el manto nocturno, le he dejado mi mirada plasmada.
Cierra los ojos y siente la suave caricia del viento en tu cara, en tus labios; es el beso que te he mandado con el aire de está fría noche de Diciembre.

Te extraño y sin miedo te lo digo, te extraño.
Te extraño desde el último día que estuve entre tus brazos, desde que mi boca superó el reto de no probar la tuya.
Te extraño esta noche, en la soledad de mi sofá.
Te extraño con una taza de café, mientras inhalo el aire que emana la luna.
Te extraño antes de irme a dormir.
Te extraño entre mis brazos, entre mis sábanas blancas que cubren mi ansiedad.

Te extrañaré por la mañana cuando despierte y más te extrañaré después de verte, pues sé con certeza que pasaré preciosas horas entre tus brazos, deseando la eternidad del tiempo.

Anda pues y sal a respirarme, pues me convierto en aire para meterme entre tus poros, para decirte cúanto deseo estar contigo y cuanto te quiero.
Duerme con mi recuerdo en la piel, y demuestrame qué has sentido esta noche, mañana con tu primer abrazo.


viernes, 30 de noviembre de 2012

¿Me recuerdas?


No debería estar llamando a tu móvil, pero el calor de tu recuerdo me quita el sueño.
Mis sábanas aún recuerdan nuestros cuerpos retozando de placer, tu sudor combinándose con el mío al ritmo de nuestros deseos.

Esa última noche ha quedado tatuada en mi memoria; ¿Qué si soy cursi? No, es sólo que mi calentura te extraña entre mis piernas.
¿Por qué no me voy con otro cliente?

Mi vida, sabes que eres mi cliente consentido, siempre te llevas el plus de mis orgasmos, mis mejores rasguños, los gemidos mas fuertes.
Me enamoraría de ti si no me pagaras tan bien, pero ya sabes cariño, me gusta el dinero y mucho. Sé que seríamos la pareja perfecta.
Eres todo lo que en un hombre busco y ya no hablo del sexo, hablo de la totalidad de tu ser.

¿Me quieres ver?

Yo, estoy dispuesta a darte la mejor noche de tu vida como cortesía de los orgasmos que quiero tener.
 Sólo imagina...

Llegas a mi depa, como de costumbre; vas a encontar una copia de mi llave bajo la maceta que está afuera, ya me he asegurado de que nadie haya visto.
Entras y sólo hay velas encendidas, una botella de vino tinto, chocolate fundido y en el sillón principal estoy yo.

Mis senos roban tu atención; están acentuados en un delicado bra de encaje púrpura, de la tanga ya ni te hablo, pues tu atención se te ha ido a los pantalones.

¿Qué haremos?

Cariño, me encanta ese nivel de perversión, por eso eres el mejor de mis proveedores de orgasmos. Me imagino que una de tus fuertes manos se han alejado ya de tu teléfono y está metida jugueteando con el objeto de mi deseo.
Y eso, me prende, y me motiva a seguirte contando lo que he planeado.

Te imagino frente a mi, con ese pantalón de mezclilla oscura que me deja saborear la imagen de tu miembro, poderoso y suculento, también tu camisa negra; esa que hace que tus pectorales se vean espectaculares. Hueles a esa deliciosa loción que permanece por días en mi piel.

Te beso, primero en la boca; con deseo, para ir despertando esa desesperación por desvestirme. Me tomas entre tus brazos, besas mi cuello con fervor. Te pegas a mi hasta tirarme al sillón, siento como vas creciendo al igual que tu deseo.
Mis manos harán lo que tu desees, se meterán a tus pantalones para provocarte ese primer orgasmo que es preludio de los que vendrán.
Tú, atacarás mis senos, los besarás y contemplarás, perfectos, redondos y sólo tuyos.
Te desvestiré con alevosía, arañaré tu espalda cuando tu lengua esté recorriendo la entrada de mi paraíso.
Gemiré en tu oído cuando por fin me penetres.
Haré de ti lo que mis deseos quieran.

Ahora te lo pregunto

¿A qué hora llegas para que escribamos el final de la historia?


viernes, 23 de noviembre de 2012

Soy

Vagando por las errantes calles de la vida he coincidido con alma gentil que me ha hecho una de las preguntas más valiosas de mi existencia: ¿Quién eres tú?

Y ahora tengo una respuesta:

Soy artísta de un mundo flotante, escritora de mi propia ventura y desventura.
Me cuelo como el aire en la vida de las personas.

Hay vidas en las que me quedo como protagonista, otras tantas en donde soy una actríz de relleno: otras en donde juego el papel de la villana, unos más en donde soy una espectadora sin voz ni voto.

Gentil lector que de cuando en cuando lees mis errantes pensamientos, que tienes la brillante oportunidad de conocer los rincones más ocultos de mi inconsciente, podría decir que conoces la esencia de mi alma sin haberme tenido de frente.

Llevo una obra de teatro conmigo y eres parte de ella, vives en mi pequeño universo privado.
Así como yo, tú también llevas una obra y tienes el gran poder de decidir, si me quieres como uno de tus personajes primordiales o me dejarás pasar hacia otros destinos.

La magia de la coincidencia aqui nos tiene, a cada quien frente a su pantalla, no estamos aquí, por mera casualidad, pues algo he venido a enseñarte, así como tu has venido a darme una lección.

Te propongo mi querido lector que dejemos que la fuerza del karma nos dicte el libreto de nuestra obra que hemos decidido llamar  vida y veamos cual es el final de nuestra puesta en escena.

La Doliente Ansiedad (parte 2)

Tan pronto como ella abandonó mi hogar, tuve tiempo suficiente para pensar en alguna forma de venganza; aún no podía comprender cómo el hombre que recitó culces versos al pie de mi ventana iluminado con el halo plateado de la luna, fuese el mismo que se burlaba de mi en complicidad con su esposa y que tuviese el descaro de tratar de desposarme.

Pasé un mes entero llorando, sufriendo, leyendo sus cartas.
No comía, la vida para mi había perdido todo sentido.
Enfermé, mi semblante asemejaba al de un cadáver en proceso de descomposición, día y noche vomitando el dolor de mi alma.
Hasta que con desventura descubrí que esperaba un hijo tuyo, fruto del amor que alguna vez juré tenerte.
Me llené de rabia, no quería nada tuyo, pero cuando retomé la razón, supe que ese bebé era el camino a la más dulce de las venganzas, pues no sabrías de mi embarazo. Para mi buena fortuna, volviste a tu país con tu esposa.

Sé que ella, hizo miserable cada uno de tus días. Lo que nunca supiste es que ella y yo decidimos continuar en comunicación, pues ambas eramos victimas del intenso calor de tus hormonas.
Ella supo antes que nadie de mi hijo, y es por ello que buscó desesperadamente quedar embarazada de tu hija Angela.

Alejandro nació el 20 de Octubre, era viernes, y el frío se desató aquella tarde en donde los dolores de parto me recordaban aquella tarde en donde robaste mi inocencia.
Recuerdo que esa tarde pasaste por mi a casa, despúes de mi clase de piano, le dijiste a mis padres que iriamos a cenar a la ciudad para celebrar nuestro compromiso.
Me llevaste a un hermoso restaurante, en donde ya nos esperaba una cena exquisita y vino para acompañar.
No sé cuantas copas habré tomado, pero el calor de la situación nos llevó a un cuarto de hotel en las afueras de la cuidad.
Tus besos eran tan cálidos que no podía pensar en otra cosa que en dejarme llevar por tus suaves manos que parecían tener la clave secreta de mi placer.
Beso a beso me fuiste desnudando, cariñosamente me tomaste entre tus brazos, hasta terminar recostados en el centro de la cama.
Fuiste cuidadoso, amoroso, al menos eso sentí; la inexperiencia no me da muchas opciones.
Lo que sé es que sentí amarte más que a mi propia vida. Me exitaba el simple hecho de escuchar tu respiración entrecortada, tu sudor cayendo delicadamente en mi vientre.
Fué el momento más perfecto del mundo.

Tener a Alejandro entre mis brazos, me hizo entender que no quería vengarme de ti, pues ya bastante tenía con no decirte de tu paternidad.
Debido a mi prematura maternidad, mis padres arreglaron casarme con Joaquín, un buen mozo que siempre estuvo enamorado de mi.
Tuvimos una pequeña ceremonia, antes de que mi embarazo pasara a ser el chisme de la cuadra.

No me quejo, con él he vivido los mejores años.

18 años tuvieron que pasar para que te volviera a encontrar, habías regresado para buscarme, pues te habías divorciado. Nadie supo darte razón de mi, ya que me había mudado a la ciudad a una casa más grande.
Fue esa tarde de invierno, mientras compraba regalos para Navidad en que tu rostro se asomó por aquél aparador. Mi corazón se detuvo; un intenso calor se apoderó de mi.
Nuestras miradas lo dijeron todo. No hablamos, sólo seguímos aquél primitivo instinto.

Te convertiste en mi amante. Todos los martes,jueves y sábados nos reuniamos en mi casa de campo.
Hacíamos el amor desenfrenadamente, hasta que el primer rayo de sol se colaba por las ventanas.

¿Quién diría que esa última noche, descubrirías que Alejandro era tu hijo?

Maldita tu curiosidad que te llevó a leer su certificado de nacimiento; hiciste las cuentas pertinentes y te diste cuenta del hecho.

Recuerdo la fuerte pelea que tuvimos.
Te bebiste todas las botellas de whisky que teníamos, y saliste enfurecido de la cabaña.

No me dirijiste la palabra en los días siguientes, hasta que Ana, tu ex mujer me llamó por teléfono para decirme que días atrás te habían encontrado inconsciente en tu habitación, un infarto dijeron los doctores.
Rápidamente fui a tu lado, te tomé de la mano. Abriste esos bellos ojos color avellana y me susurraste un "Te amo" para después morir con una sonrisa.

Aquí, frente a tu ataúd, tengo una ansiedad que duele, pues estoy despidiendo al gran amor de mi vida, pero no puedo llorar como lo hace mi alma; pues las apariencias deben ser guardadas.


viernes, 16 de noviembre de 2012

La doliente ansiedad

¿Qué diría toda esta gente si supiera el secreto que el silencio de los años ha guardado?

Tan plácido y tan bello, así te ves en ese fino ataúd de caoba en donde está tu cuerpo, aquél que interminables veces pude admirar.

La premura de la juventud hizo de nosotros una pareja inseparable, totalmente incapaz de respirar en ausencia del otro.

Recuerdo con nostalgia aquél año en que llegaste mi dulce extranjero, lleno de ideas nuevas y con el aroma del mundo que se escondia más allá del horizonte.

Era una tarde de Octubre cuando te vi pasar frente a mi; alto, de piel canela y ojos de avellana. Te dirijiste a mi padre para preguntar una dirección. No me volteaste a ver y yo, por completo te ignoré.
Hasta que esa mirada tuya se posó en mi joven silueta, virgen, sin marca de pecado. Recuerdo haber perdido la conciencia dentro de tus ojos, sentí que en ellos se encontraban todas las respuestas a las preguntas que jamás hubiese imaginado.

Vi como te alejabas siguiendo tu camino, quedandome con lo único que pude escuchar de tu boca, tu nombre. Adrian.

No pasaron nisiquiera 24 horas para que las mujeres casaderas de los alrededores hablaran de ti.
Corriendo el rumor de que eras soltero, adinerado y claro, bien parecido.
Escuchar tu nombre, hacía que me estremeciera, me sudaban las manos, el corazón se me aceleraba; tenía miedo de que quidiera salirse de mi cuerpo.

Para mi buena fortuna, llegaste como profesor del colegio al que asistia, así podía tenerte un poco cerca de mi, conocerte y hacerte participe de mi existencia, pero no de mi interés. Sentía una profunda vergûenza de parecer promiscua al tratar de llamar tu atención.

Aún no logro comprender cual era tu intención al acercarte a mis padres esa tarde para pedir permiso para pretender mi amor, pero fue lo más hermoso que me podía pasar a esa edad, en donde la daga de la inexperiencia se me clavó en la razón.

Recuerdo esa bella rosa que dejaste en la entrada de mi casa, con la bella nota que aún guardo cerca de mi corazón "Una rosa roja para un ángel que Dios me mandó del cielo"
La primera de muchas antes de que decidieras dirigirme la palabra para invitarme a salir.

No podía contener la emoción que sentía en la boca del estómago como un gran vacío. Mi madre ayudó a escoger el vestido rosado que llevé a aquél lujoso restaurant en donde por primera vez hablamos de nosotros, de quienes eramos y quienes queríamos ser en el futuro.
Supiste enamorarme, eras un profesional de la palabra; podría decir que en tu boca nacía el pecado de tus palabras y de ellas bebia el pecado de mi inocencia.

No recuerdo haber vivido dos años tan felices como aquellos en los que fuiste mi pretendiente. Todos los días prometiendome bellos atardeceres y noches de infinitas estrellas.

No hubo en mi vida día más felíz que el día en que pediste mi mano,me sentí la mujer más afortunada del mundo.
El bello anillo con ese solo diamante al centro fue la expresión mas pura que podía conocer de tu amor hacia mi.
Un año me pediste para que la orgaización de la boda estuviese a pedir de boca.
Recuerdo bien, el bello jardín que escogi para el banquete de bodas, el menú, las bebidas, los adornos, el pastel.
La hermosa iglesia que vería concretado el sueño mas tierno de mi vida; mi boda, nuestra boda.

Nada en el mundo, podía arruinar mi felicidad.

Hasta que el día de nuestra boda llegó.

Desde temprano las mujeres de mi familia llegaron a arreglarme, desde el cabello hasta la punta de los pies. Tenía en mi ajuar, algo nuevo, algo viejo, algo usado, algo azul; excluimos las perlas para evitar las lágrimas en el matrimonio.
Llegar a la iglesia y ver a todos nuestros invitados, las flores, los olores de la próxima felicidad que me esperaba.
Al final del pasillo, estás tu, con una gran sonrisa, pero tienes un gesto parecido al miedo, que paso por alto.

Comienza la ceremonia, camino la marcha nupcial del brazo de mi padre, hasta que me entrega contigo. El sacerdote comienza a hablarnos de el gran paso que estamos dando, de la importancia de la sinceridad y la comunicación entre nosotros.

Tiempo atrás me habias confesado haber estado casado antes, pero por desgracia, haber enviudado en los primeros meses de matrimonio a causa de una enfermedad incurable.

Nunca sentí celos, ni curiosidad por tu difunta esposa, hasta que en pleno ritual matrimonial mi vida se vería destrozada por la llegada de un fantasma, un muerto salido de su lecho mortuorio. Tu esposa.

Quise morir, lo juro, pero antes de ello, sentí una sed de sangre y venganza que jamás hubiese imaginado sentir.

Pero la inteligencia me dio a entender que sólo ella podía tomar venganza en mi nombre.

El dolor me corría por las venas, cuado decidí salir tranquilamente de la iglesia, vestida de novia, csminar por el pueblo sin derramar una lágrima. Llegar a casa, subir las escaleras, entrar en mi recamara y verme al espejo. Qué bella me veía, el disfraz de novia me sentaba de maravilla.
Tomé las tijeras y aún sobre mi cuerpo desgarré ese vestido que tantas ilusiones tenía bordadas, no lloré, ni una sola lágrima.

Enfrenté a tu esposa, quien me siguio enardecida por la furia de tu infidelidad.
No podía entender por qué, el hombre quien me juró que en mis ojos había encontrado a su alma gemela pudiese hacerme esto.

Ella, sabía de mi existencia, pero no como novia de Adrian; ella me conocía como la alumna desamparada, la obra de caridad.
Una pobre mujer sin futuro, con sed de conocimiento y sin pretenciones de matrimonio con algún buen mozo.
Ya no solo me dolía la traición, me hervía la sangre al saber que ellos se comunicaban, que él se burlaba de mi en sus cartas, que nunca me tomó enserio.

Lo que más me dolía, era haber confiado en su falsa palabra y el haberle entregado mi inocencia sin saber cuál sería la dolorosa consecuencia.

Continuará...

viernes, 9 de noviembre de 2012

La despedida

Como tantas noches, estoy recostada mirando tu silueta, imperfectamente perfecta. Fumo mi acostumbrado cigarrillo, no te digo nada, sólo pienso, te observo; planeo.

Han pasado años desde que comenzamos a vivir entre las sombras clandestinas del romance y sigues siendo un completo misterio.
Hombre de reputación intachable, elegante por naturaleza, caballero, pero con una debilidad; yo.

¿No es gracioso?

Tienes una esposa a la que adoras, por la que morirías; hijos ejemplares para los cuales eres un modelo a seguir.
Tienes una profesión en la cual eres exitoso. Tu casa es el sueño de cualquier mortal con un gra,mo de ilusiones.

Y por otro lado me tienes a mi.
La que todas las tardes a la misma hora te espera en su lujoso departamento; siempre arreglada y perfumada. Con una cena caliente y un deseo ardiente de estar entre tus brazos.

¿Cómo te explicaré que hace muchas mañanas me he mirado en el espejo y con horror he descubierto que mis mejores años están próximos a abandonarme?
He visto con tristeza que no tengo un hijo al del cual sentirme orgullosa.
Soy la que en las fiestas está con todos, pero nadie me acompaña.

¿Cómo explicarte, que es la última vez que pude amarte?
¿Cómo explicarte que mañana no contestaré tus llamadas?

Lo mas terrible, ¿Cómo enfrentar el hecho de que dejé de amarte?

Nunca serás completamente mio, no tendrás un hijo conmigo, jamás vivirás a mi lado.

Eres tan hermoso y más cuando duermes después del sexo.
Tengo que dejarte, pero cada vez que me miras a los ojos me lleno de arrepentimiento y no lo hago.

Por eso, hoy cuando te vayas, no te diré nada; ya he vendido el departamento y he comprado una casa lejos de ti, de tu amor y de todos estos bellos recuerdos.
Mañana cuando me llames, descubrirás que la línea está cancelada, no me encontrarás en el café habitual; tampoco estaré rodeada de paquetes en la plaza.
Si llegas a casa, tu llave no abrirá; notarás la ausencia de las plantas de la entrada y entoces entenderás.

Estoy cansada de ser tu amante.

Sé que hubieses preferido la despedida cordial, pero es mejor así.

Mientras te sigo observando, después de hacer el amor, me sonríes sin imaginar que esta fue mi despedida.



miércoles, 7 de noviembre de 2012

Dentro de mis sueños

Apenas la noche cubre el horizonte te tengo nuevamente entre mis brazos, confirmando la dulce realidad de mi conciencia.
 Recorro tu cuerpo con el sutil tacto de mis dedos, mientras mi boca se encarga de hacer mudos tus agitados deseos.

No puedo mirarte, pues es el precio al pacto de no tenerte fuera de mis sueños.
No se como eres, como luces, cuál es el sonido de tu voz.
Lo único de lo que tengo certeza es que dentro de este mundo, que asemeja a un pañuelo, existes, ahí estás, esperando esa orden inconsciente que te traerá a mi realidad.

Mientras las noches con estrellas me lo permitan, te diré en tus sueños cuanto te amaré; seré la sombra que jugará contigo dormido y a la que extrañarás despierto. Me buscarás, lo sé, para eso me meto en tus sueños.

Quiero que me desees mucho antes de conocerme.
Y me encargaré de que me reconozcas por el perfume de mi cuerpo y el tacto de mi mano tocando la tuya.

Alma ideal y perfecta, hecha para complemento y satisfacción de la mía, te invito una noche más al cobijo de mis sueños, en donde podrás probar un poco de mi amor, y así, ansies el día de mi llegada.



miércoles, 31 de octubre de 2012

Las brujas

Al herbor del caldero estamos danzando.
Es nuestra noche, donde la luna resplandece para nosotras.

Somos las brujas que hacemos crujir tus muebles mientras duermes, las que como estrellas de fuego aparecemos en las oscuras noches de octubre.

En nuestras escobas volamos, buscando la ventana que olvidaste cerrar, entramos en tu cuarto para tu alma robar y tu cuerpo destazar.

Esta es nuestra noche, la mágia se huele en cualquier parte, todas danzamos alrededor del fuego del miedo de las almas inocentes que nos temen.

Narices y verrugas nos han inventado.
Somos hermosas mujeres, suspiros robamos.
De día sonreimos, de noche conjuramos.

Somos brujas de mil hechizos y si nos buscas esta noche, en la sangre de la luna nos verás reflejadas.
Cierra tu ventana si no buscas nuestra visita, de lo contrario, nos vemos en tus pesadillas.
Si escuchas tus muebles crujir, es porque ya estamos ahí.

jueves, 25 de octubre de 2012

Las tres caras

Tres caras de una misma situación.
Tres ángulos de una historia sin fin para una humanidad reprimida.
Hablemos de INFIDELIDAD

Cara #1 "ME ESTÁN ENGAÑANDO"

Cuando somos la parte afectada, nos sentímos fatales, pensamos una y otra vez, cual fue nuestro error, ¿Qué llevó a nuestras parejas a ser infieles?

Siempre pensamos que "la otra persona" es la culpable, nos dedicamos arduamente a investigar cada detalle de la relación y comenzamos a ser inquisidores con nuestras parejas.
Buscamos oportunidades para revisar su celular, correo electrónico, facebook, entre otros.

Bien dicen que el que busca encuentra y por desgracia cuando estamos viviendo la infidelidad de nuestra pareja, hasta el más mínimo detalle causa sospecha.
El cambio de perfume, extremo arreglo, llamadas misteriosas, actividades fuera de lo cotidiano y claro, descuido total hacia su pareja "oficial"

Ser el cornudo, por decirlo de alguna forma, es un infierno en soledad en donde el alma se desgarra.

Cara #2: "ESTOY SIENDO INFIEL"

Aún no termino de descubrir qué me orilló a serle infiel a mi pareja.
Tal vez ese sentimiento de peligro al estar con el otro chico.

Todo fue por una coincidencia, yo vivia con mi pareja, suponía que muy felíz, porque hasta que encontré al otro, al que llamaré Memo para cubrir identidades, nada me hacía pensar en ser infiel.
Una razón muy poderosa, la rutina, mi pareja no era para nada afín a mi, no le gustaban las mismas cosas, ahora no sé que hacía con él.
Cuando Memo reapareció en mi vida, volví a sentir esas maripositas en el estómago, esa extraña felicidad al ver un mensaje o recibir una llamada.
Comenzamos a escribirnos cada vez con más frecuencia y en ciertas ocasiones a vernos, como amigos, para platicar y recordar viejos tiempos.
Con el paso de los meses, empezamos a ser cada vez mas cercanos, hasta que naturalmente se nos hizo muy fácil darnos un beso y vernos con mas frecuencia.
Así transcurrieron dos meses, en donde mi corazón estaba completamente dividido entre el deber ser y el querer.
Con mi pareja, estaba bien establecida y teniamos una rutina de vida bastante cómoda para los dos. Con Memo, tenía esa adrenalina y esa afinidad tan padre.
Memo, claro está, me pidió que me decidiera por uno de los dos.
Y estuve a punto de decidirme por él, pero el miedo a la critica y a lastimar a mi pareja, hizo que me quedara en donde estaba, dejándo ir esa sensación de adrenalina que experimentaba con Memo.
Me enamoré y mucho, pero el sentimiento de culpa hacia mi pareja hizo que me mantuviera como la "buena esposa".
Una infidelidad de él y algunas otras situaciones, me llevaron a dejarlo también.

Cara #3 "SOY LA OTRA"

A Marco lo conocí por casualidad, alto, delgado, bien proporcionado, guaperrimo.
Él me comenzó a cortejar, primero vía Facebook, con comentarios hacia mis enlaces, fotos, etc. Después vía messenger, interesandose en ser mi amigo e invitandome a comer.
Más tarde a través de mensajes de texto; poco a poco me fue envolviendo, y sí me gustaba mucho, si  no, no hubiera dejado que las cosas crecieran tanto.
Comenzamos a salir muy inocentemente, primero a tomar un café, luego al cine.
Ermos tán afines que me enamoré comoloquita de él, tanto que pasé por alto el hecho de que él tenía una pareja con la que vivía.

Durante poco mas de medio año, fuimos amantes en toda la extensión de la palabra, pero en este caso siendo la otra, me vi obligada a pedir una decisión por parte de Marco.
O ella o yo, por el bien de mi vida y mi conciencia, tuve que pedirselo.

Es bien padre tener amor en dos lugares a la vez, pero para ninguna de la dos era justo.
El me decía que era su sueño y que esperaba que la vida nos diera la oportunidad de estar juntos por siempre, pues sentía que nos conociamos de otra vida.
Verborrea...
Nunca tomó una decisión, tuve que pedirle que se alejara de mi, pues su único argumento fue que era muy inmaduro para saber lo que quería.

Por desgracia, su esposa, que ella tuvo la delicadeza de sacarme de mi ceguera, era su esposa, no su pareja, tuvo la desfachatez de enfrentarme, por teléfono, y decirme millones de mentiras que él le había dicho sobre mí.
Ahí decidí que lo mejor era quedarme sola, completamente sola y reflexionar sobre esa relación, que aunque divertida, exitante y felíz, era sólo una aventura.
Bien dicen que lo que mal comienza, mal acaba y así terminó todo con Marco.
En retrospectiva, leo sus mensajes, recuerdo sus palabras y me río por haber creido que una persona como el pudiese ser mi alma gemela.
Era un cabrón, así como yo lo fui una vez.

La infidelidad, no es una condición, es una decisión, en dónde el que engaña, es quien siempre tiene la culpa, pues nadie lo provoca, él o ella deciden jugar una segunda vida y son ellos quien salen perdiendo, pues llega un momento en que todo sale a la luz o el momento en donde se les cobra con la misma moneda.

miércoles, 17 de octubre de 2012

Allá en lo eterno

Miro por la ventana y te busco entre las millones de estrellas de esta peculiar noche de Octubre. Eres una nueva estrella, grande y brillante, recién te unes con la eternidad, dejas a fin esta dolorosa mortalidad que a todos nos aqueja.

Tan bella, como la flor que te da tu nombre, te recuerdo sonriente y juguetona; consejera y maternal.
Vida me faltaria para decirte lo mucho que voy a extrañar tu risa, tus guisos, tus infinitas pláticas.
Envidio tu llegada al paraíso prometido, pues tienes ya el privilegio de reunirte con aquellos que nos dejaron primero.

La eternidad para ti ya no tiene tiempo, no hay principio ni fin, sólo hay tranquilidad, ahora puedes disfrutar sin temor a lastimar un cascarón frágil, puedes volver a ser aquella bella mujer de rojos rizos, cintura perfecta y mágica sonrisa, puedes ser todo lo que tu quieras.

Allá en lo eterno, espero volver a encontrarte, cuando mi reloj marque la hora de mi partida.
Por mientras te recuerdo y te seguiré admirando como la bella estrella que brilla con luz especial en el manto estelar que cubre los horizontes de mi visión.

viernes, 5 de octubre de 2012

Adiós

Julieta de mil historias y mil amores.
Decepcionada una vez más por un Romeo sin ambiciones y sin el coraje de luchar por su verdadera felicidad.

Cada vez que trates de ser felíz con esa otra mujer, recordarás mis labios tatuandose don amor en los tuyos; recordarás mis abrazos en aquellas mágicas tardes en las que por horas eras totalmente mío.
Sentirás el fantasma de mi ausencia por las noches, pues tu alma no tendrá más un complice para amarse entre las sombras.
Sentirás el recuerdo del tacto de mi piel cuando se estremecia por la pasión que compartiamos.

Soñaras con la infinidad de veces que hicimos el amor, añorarás cada rasguño en tu espalda, extrañarás el olor de nuestros sexos, imaginarás mi silueta en las sombras.
Tal vez cerrarás los ojos y verás los míos.

Nunca sentirás la misma emoción de la palabra TE AMO en boca de aquella por la que me dejas.

Eras mi Diablo guardián, dueño de mis versos y precursor de mi inspiración.
Eras la mitad de mi alma, y lo que mas amaba
Eras mi sueño hecho realidad, eras mi hombre.

Por desgracia, a pesar de ser tu sueño de mujer, te quedas con ella, y dejas ir lo mejor de tu vida.

Yo gano mi libertad y la oportunidad de conocer un amor más, yo avanzo, tu te estancas.

Yo voy por un hombre que esté dispuesto a luchar por su felicidad, no por un mediocre que sabiendose felíz conmigo, prefiere quedarse en la comodidad de lo que ya conoce.

Mil veces te digo adiós, mi doctor de profundos ojos negros, espalda fuerte, manos mágicas, voz que hechiza.
Mil veces trataré de convencerme de que en verdad te odio aunque mi corazón te ame desenfrenadamente.
Mil veces te ignoraré para mil veces olvidarte.
Mil veces me enamoraré, para mil veces asegurarme de que alguien mas me pueda hacer felíz.
Mil veces te odiaré, para no llorarte en soledad.
Mil veces portaré el collar que me regalaste, para mil veces recordarme lo cobarde que eres.
Mil veces te adoraré para mil veces recordar que por un breve instante de mi vida, fui completamente felíz.

Mil veces adios amor, mil veces adios.
Ten suerte en tu vida y no te arrepientas de lo que dejas.

martes, 2 de octubre de 2012

Labios divinos

El hecho mismo de la vida, es que las máscaras van cayendo poco a poco.

Sentada en la orilla de mi balcón observaba maravillada los 3 anillos que alguna vez simbilozaron el compromiso de amor de dos hombres.

El primer anillo, de plata, con una pequeña piedra morada en forma de corazón.
Un regalo de quien fuese mi amigo, maestro y pareja. Un anillo sin un gramo de compromiso, pues él nunca repetiría tal experiencia, al menos a mi lado.

Lo porté con orgullo, pero al no simbolizar compromiso, perdió todo valor ante mis ojos, y la relación se desvaneció.

El segundo anillo, de plata con una piedra blanca. Simbolizaba la promesa de un compromiso verdadero. Era mi gran orgullo y mi dedo lo portaba con elegancia.
Fue reemplazado por un pequeño anillo de oro con brillantes. Para mi, el compromiso de quien supuestamente me amaba por sobre todas las cosas.

Lo use, lo amé, hice millones de planes gracias a él, pero por desgracia, sólo simbolizaba la mentira para mantenerme atada a una relación en la que ni yo creia.

Están ahi, 3 anillos hermosos, que no significan nada para mi.
Estoy sola, aunque alguien me ame.

Abro los ojos de mi mente y me doy cuenta de que aquellos accesorios tienen que irse, no importa dónde ni con quién, el caso es que se vayan de mi vida, pues están frenando las cosas buenas que vienen para mi.

Se los doy al alma mas dulce que he conocido. Al hombre que amo, pero que no es mío. Le pido que se los lleve lejos de mi y con ellos que se vaya él también.
Beso esos labios divinos que dieron luz a mi conciencia cegada.
Esta alma bella y pura me da a cambio un collar con un símbolo especial. Mi corazón da un vuelco.

Más tarde en mi habitación, me coloco aquél collar y me doy cuenta del gran significado que tiene. Vale más que todo el oro del mundo, es único y simboliza el gran amor que tuve la fortuna de encontrar, también simboliza la lucha de dos almas que se aman sin pedir mas a cambio.

Todas las noches lo observo y recuerdo con cariño al maravilloso ser que me lo entregó y lanzo una plegaria al universo para que me lo devuelva.
Tal vez sea una plegaria en vano, pero es lo que mantiene viva a mi alma para no entrar en el oscuro laberinto de la soledad, en la agonía de la más pura infelicidad.

Así le pierda por siempre, él puede estar seguro de que todos los días del resto de mi vida, portaré con orgullo ese bello collar, para recordarme que una vez fui completamente felíz.

viernes, 28 de septiembre de 2012

Sobran las palabras

Sobran las palabras que puedan describir las  lágrimas que derrama mi alma...

Lejano te contemplo mientras la luz del atardecer ilumina de dorado tu piel.
Estás frente a mi y nos decimos adios con el corazón en la mano y el alma destrozada. ¿Cuánto tiempo tenremos que vivir en la agonia del distanciamiento?

Es una pregunta que mantengo sin respuesta, pues mi corazón se siente vacío y desesperado al ver tu rostro desencajado mientras decimos aquellas palabras que no queremos decir.

Mi alma grita que te ama, pero mi razón te está pidiendo distancia.
Una distancia que mi cuerpo no quiere tener.
Distancia que me hace sufrir, mientras tengo que dar la vuelta para dejarte con un hoyo en el pecho, sintiendo el constante frío de quien pierde frente a sus ojos a la otra mitad de su alma.

Mi Diablo, te lloro mientras camino a casa, te lloro mientras sigo con mi vida, te lloro mientras duermo.

Dime amor, ¿Quién sería capaz de negar el hecho de que almas como las nuestras se comuniquen sin palabras?
Estamos conectados por la fuerza más poderosa del universo, el amor.
Nuestro amor no se quiebra ante la adversidad y la distancia de nuestro presente.

Han pasado los días más largos de toda mi existencia, y aún, en la soledad, aprendimos a comunicarnos sin necesidad de hablarnos. Seguimos siendo esclavos de nuestros deseos y sentimos que esta separación, no es más que física, pues nuestros corazones han quedado fusionados por amor verdadero. Amor de esos que no se encuentra sencillamente.

Nuestro amor tiene la edad de muchas vidas y muchos encuentros. Me amas y te amo, de eso no hay duda.
Agradezco el dulce detalle que has hecho llegar hasta la puerta de mi casa, pues con ello te he sentido un poco más cerca y mucho mas arraigado en mi corazón.

Tenemos la gran misión de hacer cumplir con los designios de las estrellas, trabajando para que todo a nuestro alrededor encuentre su lugar ideal y la armonía necesaria, para que entonces nosotros podamos continuar con el amor que durante vidas habíamos buscado.

Hoy más que nunca soy tuya amor mío, pues te llevo tatuado en el alma y noche a noche, mientras mi alma viaja entre nubes, me tautuo en la tuya.

Te dejo el total de mis besos en la cantidad de estrellas que alumbran el mundo esta hermosa noche. Descansa y esperame en tus sueños, que ahí siempre me podrás encontrar.

domingo, 23 de septiembre de 2012

Mi ángel

Se dice que las estrellas rigen nuestros destinos, haciendo que nos encontremos con personas que nos enseñarán valiosas lecciones a lo largo de nuestras vidas.

Una vez, las estrellas me mandaron al más hermoso de los ángeles, y lo mandaron a cuidarme cuando más lo necesitaba.
Recién mi vida daba un vuelco cuando llegaste tú, mi ángel.

Eras tan hermoso que mis ojos no creian la verdad ante ellos, nuestras almas se reconocieron. Durante muchas vidas te busqué y tuve la fortuna de tenerte conmigo cuando más lo necesitaba.
Durante los meses de mi embarazo, no sólo tuve un ángel, sino al mejor amigo, novio y amante que he tenido en mi breve existencia en la mortalidad.

Agradezco aquel domingo en que me empezaste a hablar ya no como tu paciente, sino como pretendiente.
Morí de emoción con tu primer mensaje.

Recuerdo nuestra primer salida oficial, ese 24 de Febrero después de un momento de lluvia. Jamás olvidaré la maravillosa sensación de abrazarte esa tarde mientras viajabamos en moto a aquél restaurante, sentir el suave beso de la brisa de la tarde en mis mejillas.
Cómo no recordar las miles de mariposas que revoloteaban en mi estómago con el simple hecho de mirarte.

Ese día te convertiste en mi más grande inspiración, por la que hoy soy considerada escritora. Mi primer cuento hacia ti narraba mis infinitas ganas de besarte.

La segunda vez que salimos, fue absolutamente mágica, pues el ver una película que ni valía la pena, se convirtió en uno de los momentos más hermosos a tu lado.
Nos dimos nuestro primer beso, cuando ya las butacas de aquél cine se vaciaban.
Al fin podía abrazarte con todas mis ansias juntas.

Y qué decir del resto del tiempo que pasamos amándonos y amando al fruto de mi vientre.

Siempre vivirán en mi memoria todas esas maravillosas tardes a tú lado, en donde sólo éramos tú y yo, amándonos en todas las formas posibles. Entregándonos a la pasión infinita de nuestros deseos.
En mi boca quedarán tatuados tus besos, que me llenaban de vida.
En mi piel, quedará impregnada la tuya, mis manos no olvidarán el tacto de tu cuerpo desnudo mientras te amaba.

En mi hija, quedará el nombre que más te gusta, y también el momento más felíz de toda mi vida, su nacimiento, pues tú la recibiste en este mundo. Tus manos fueron las primeras en tocarla, tus ojos los primeros en verla.
Ella sabrá de ti, tenlo por seguro mi amor, sabrá que cuando ella estaba en mi vientre tú me hacías la mujer más felíz sobre la tierra.
Muchas veces soñé con que me dijeras que por amor a nosotras la registrarías como tuya, para evitarle la pena de saber la verdad sobre su papá biológico.

Que dificil es empezar a trabajar en enseñarle a mi corazón que te ama con locura a verte sólo como un amigo, el que mejor me conoce.

No sé como enmendar este corazón que hoy se rompe.
Pero no puedo seguirlo lastimando con el hecho de que el tuyo no me pertenece por completo, pues tienes una esposa muy afortunada que se lo robó antes.

Jamás hubiese pretendido forzarte a dejarla para que te quedaras toda la vida conmigo; no soy de esa clase de amantes.
Yo fui amante que te entregó el total de su corazón y te amo hasta en la última palabra.

Me voy amor, ansiando estar contigo.
Deseando besarte; deseando ser tuya una vez más.
Me voy, y lo hago amandote con cada poro de mi piel.

Me quedo solo como tu amiga, con la que siempre podrás contar.
Me quedo con mi corazón hecho mil pedazos, porque sé que estoy dándole la mitad de mi alma a una mujer que te ama por sobre todas las cosas.

Gracias Marco, mil gracias por haber iluminado mi vida con colores tan hermosos.

Ahora te devuelvo tus alas mi ángel, pues tu misión en mi vida ya ha concluido.

viernes, 21 de septiembre de 2012

El Deseo

Recién reina en el cielo la media noche, cuando desde mis sábanas anhelo tus caricias, tus besos...te deseo.

Salgo a dar una caminata al jardín, el cielo está lleno de estrellas, tantas que parecen caerse, la brisa es breve pero constante, y a momentos una dulce brisa adorna el ambiente, mientras te pienso.
Imagino que el aire es tu aliento; lo siento recorrer cada rincón de mi cuerpo.
Comienza delicado a besar mis mejillas y poco a poco va avanzando hacia mi cuello, haciéndome estremecer. Te metes sensual y sigiloso entre mi ropa, vas envolviendo de manera cálida mis pechos, haciendo que reaccionen a la pasión que vas inyectando en ellos.

Mientras cierro los ojos, continuas tu travesía en la tierra de mi piel, llegando al rincón secreto de mi inocencia que grita de deseo por ti.
Pretendo convertir mis manos en las tuyas, para que puedas jugar con mi inocencia, como si fuese una melodía. Que puedas moverte al ritmo del creciente deseo que se convierte en una cálida cascada de placer infinito.

El sonido de la noche se convierte en tu voz y recitas poemas de amor infinito, mientras juegas a esconder mensajes en ellos: mensajes en donde plasmas tus deseos candentes de poseerme como la última vez, en donde la pasión nos cegó hasta el punto de sentir que moriamos al estar bebiendo la dulce agua del paraíso.

La brisa que sopla en esta noche mágica se convierte en tus sudores que me empapan el cuerpo, como en aquellas infinitas tardes en donde solo el sol era testigo de nuestro eterno juego de amantes.

Un terrible calor recorre mi cuerpo.

El deseo de sentirte dentro mio, del roce de tus manos, de tu pecho desnudo, de mis manos recorriendo tu espalda, de escuchar tus ansias, de sentir tu sexo contra el mío.
El deseo de que el viento fuera tu aliento, mis manos las tuyas, la brisa tu sudor y que el sonido de la noche fuese tu voz recitando las palabras de amor eterno que siempre soñé.

Regreso a mi cama y desde mis sábanas te ansío.
Duermo para encontrarte en mis sueños y que así pasen las horas, largas horas de la noche para que con el primer albor de la mañana, pueda encontrarte, metiendote como viento a mi cama y te fundas conmigo en el juego de la pasión entre dos amantes hechos el uno para el otro.


viernes, 14 de septiembre de 2012

Hasta tu cama

"Cinco minutos bastan para soñar una vida, así de relativo es el tiempo"
Decía Mario Benedetti...

En las oscuras horas que nos regala la noche, me desprendo de mi cuerpo, pues mi alma se siente incompleta, totalmente intranquila a falta de la cercanía de la tuya.

Noche a noche, cuando mi cuerpo cae rendido al cansancio propio de la existencia mortal, mi alma se desprende de él, conservando únicamente el hilo plateado que le permite regresar y mantenerme con vida.
Vuelo entre montañas y nubes, mientras las estrellas se hacen testigos de mis travesías. Llego a tu puerta, recorro los pasillos de tu hogar, hasta llegar al pie de tu cama, en donde te contemplo dormido, lleno de paz.

Me acuesto a tu lado, te beso, te acaricio poco a poco, te hablo cuando tu inconsciente te tiene atrapado en el sueño profundo.
Despierto a tu alma, y jugamos a amarnos entre sombras.

Beso a beso, desnudamos el pudor mortal del otro.
Caricia a caricia, vamos recordando los placeres de la vida mortal.

Vamos tocando las puertas del paraíso, vamos poco a poco ganandonos un boleto al infierno.
Amor y deseo como el nuestro es divino pecado que gustosos pagamos en el karma del otro.

Nos pertenecemos desde antes de nacer en esta vida, somos almas que durante siglos han estado unidas. Vidas en las que hemos sido felices, otras en donde las circunstancias mendiaticas no nos permitian acercarnos; unas más que evitaron que nos conocieramos.

Fundirnos alma con alma; placer de dioses que provocaría el rubor vergonzoso de un mortal cualquiera.
Te quiero más que el universo a su destino infinito.
Te amo con la fuerza de una colisión estelar.

Noche a noche, visito tu cama, me meto en tu inconsciente y te recuerdo cuánto te amo, para que al despertar sientas una terrible urgencia de estar a mi lado.

Noche a noche, te enamoro, para que tus ojos al estar concientes, no tengan más espacio que para mi.

Y cuando llega el amanecer, el hilo de plata me devuelve a mi cuerpo; despierto y lo primero en mi pensamiento eres tu.
Segundos después, ahí estás tu, preguntando por mi y pintando una sonrisa en mi rostro.


jueves, 13 de septiembre de 2012

El día de mi boda

En el día de mi boda, la luz del amanecer  ilumina mi rostro, mientras mi madre ya ha preparado cada detalle de mi arreglo.

El clima es cálido, y una rara sensación permanece en mi estómago, pues en breves horas me uniré al hombre de mis sueños.
Después de un baño relajante, mamá y hermana esperan para peinarme y maquillarme, para lucir como una reina en mi gran día.

Saco del armario mi hermoso vestido blanco, con delicados detalles de encaje; tiene una cola tan larga que abarcara el pasillo entero de la iglesia. El velo, cae delicadamente en mi rostro, para que pueda dar un halo de misterio cuando papá me deje frente al amor de mi vida en el altar.

Hermana ha terminado de arreglarme, me veo en el espejo y puedo ver el amor reflejado en cada detalle. Mamá me ayuda a vestirme, cuidando cada detalle del vestido para que esté perfecto.

Papá llega a casa, pues es casi hora de irnos, viste un traje gris hermoso que lo hace lucir de lo más elegante, su pelo ya pinta algunas canas, su bigote siempre negro también tiene algunas lineas blancas pequeñas.
Con él, viene mi hermano, y parece estar más nervioso que yo.

Soy la más pequeña de mis hermanos, soy la última en irme de casa.
Nos sentamos una vez mas en familia, como en aquellos días de infancia en los que conviviamos felices.

Subimos al coche papá y yo, está adornado con hermosos arreglos de flores. Mientras avanzamos hacia la iglesia reina un silencio sepulcral. No dejo de observar el ramo que mamá me ha regalado, tiene rosas blancas y rosadas, también gardenias que lo perfuman; un liston envuelve los tallos, adornandolos con un bello moño.

Llegamos a la iglesia y por la ventana puedo ver a toos mis seres amados, veo a los amigos que fueron participes de inolvidables aventuras; todos se emocionan al verme llegar. No puedo creer tanta felicidad, todo es perfecto.

Papá me ayuda a bajar del coche y me toma entre sus brazos, apretandome como cuando era una niña pequeña y me avalanzaba hacia él apenas lo veía cruzar el umbral de la puerta todas las tardes después del trabajo.
Me da un beso y me dice que me ama y que me desea toda la felicidad del mundo. Lo tomo del brazo y entramos a la iglesia. La hora ha llegado.

La marcha nupcial resuena en el órgano de la iglesia; se abre la puerta y puedo ver millones de alcatraces adornando el lugar, camino sobre una alfombra de fino terciopelo rojo. Volteo a mis lados y veo la cara de todos aquellos que comparten mi felicidad.
A lo lejos, esta el amor de mi vida. Llegando al altar veo a mi madre, a mi hermana con sus hijos, a mi hermano con su esposa y finalmente apretando su mano, veo a papá a los ojos; está a punto de llorar.

Me entrega con el amor de mi vida. Y ahí estas tú, tomándome de la mano, tienes una gran sonrisa que me hechiza; un millón de mariposas revolotean en mi estómago.

Un estruendo...despierto...

En el día de mi boda, recuerdo con trsteza mientras la brisa matinal besa mis mejillas, que mi hermana se ha ido, al igual que papá. Están en el cielo, cuidandome del mal.
Recuerdo que no tengo un anillo de compromiso que vista mi dedo anular, que no hay un vestido en el armario; y que el amor de mi vida está prohibido para mi.
Volteo y recuerdo con un nudo en la garganta que no es el día de mi boda, pues me escondo tras la máscara de la que nunca querrá una boda, pues decií cambiar mi sueño, por el éxito de una carrera y el amor incondicional de una hija.

En el día de mi boda lloro como Julieta que ha perdido a su Romeo en el juego de la muerte.
Ese día, lo único real, es la rosa blanca en mi buró, que delicadamente se deshoja con el tiempo.


martes, 28 de agosto de 2012

Fantasma

Te cuelas con el aire de la noche, silencioso, delicado y provocador.
Fantasma de mis deseos, te metes entre mis sábanas recorriendo la inocencia de mi piel con un calor que me hace estremecer mientras duermo.

Toque fantasmal que conoce los deseos de mi piel, aliento que me recorre con tal sensualidad que haces humedecer el pudor entre mis piernas.
Me haces tuya mientras duermo y pienso que te sueño y me vuelvo tu esclava y tu amante mientras las horas con estrellas se hacen fieles testigos de tal acontesimiento.

Susurras como el viento, palabras de amor a mi oido, mientras que nuestras almas se funden en una con el universo, quien nos permite vivir nuestro amor en formas que cualquier mortal no podría imaginarse.

Mi vampiro celestial que me inyectas vida en cada caricia, me conviertes en otra a tu imagen y semejanza. Vuelvo en mi como un ser lleno de sensualidad y sedienta de ti.

Aire que me besas hatsa el amanecer, cuando tienes que volver mortal a tu cuerpo natural, para convertir nuestro viaje astral en una deliciosa realidad, en la que nuestras pieles por fin se encuentren.

Llegas, y los rayos del sol iluminan de dorado tu piel, mientras nos vamos despojando poco a poco de la ropa.
Dan calidez a la habitación, que se vuelve testigo de la pasión que existe entre dos seres cuyas almas se pertenecen y complementan.

Ah bendita mortalidad que se hace presente mientras mi ser trata de contener su voz, apretando con fuerza tu ser.
Pasan los minutos y estamos frente a frente, mirándonos, amándonos y prometiendo a las estrellas no fallar en esta vida.

La noche ha llegado y tenemos que separarnos, pero sé que cuando mi sueño profundo sea, como fantasma entrarás por mi ventana acompañado del viento y podré ser tuya hasta la eternidad.



Me desnudas con tal sutileza que pareces ser aún el fantasma

El último día

Las rosas engalanaban el centro de la mesa, era un hermoso día y por primera ocasión después de una larga temporada, los cinco nos sentabamos a la mesa a compartir como familia.
Papá se iba para emprender una nueva aventura lejos de nosotros.
Ahí estabamos como en los felices años de la niñez, papá sentado en la cabecera, mamá a su derecha y Rodrigo junto a ella, frente a él, estabas tú y yo a tu lado.

Una escena que nunca imaginé jamás se repetiría; era de lo más extraño que sólo los cinco estuvieramos esa tarde juntos, comiendo las famosas tortitas de carne de mamá.

Aún mas extraordinario, el hecho de salir en familia a caminar por aquél parque, tú y Rodrigo comiendo el rico flan que venden en el mercado, mientras que papá, mamá y yo comiamos helado.

Reimos y convivimos como nunca.

Te recuerdo claramente emocionada por tu celebración, acababas de cumplir la mayoría de edad y querías compartir tu dicha con quienes eran tus más fieles confidentes y con tu más grande amor.

Aún en el auto, pediste a nuestros papás te acompañaran al inicio de la semana a sacar tu credencial de elector y quedaron pactados para hacerlo juntos.

Llegamos a casa, y tanto tú como Valeria y Raquel comenzaron a arreglarse, poniendose millones de atuendos para tan especial ocasión.
Llegó Ger a la casa y veiamos nuestro programa favorito, después, me fui con papá y mamá a su recámara, en dónde por última vez te vi.
Vestida de negro, perfectamente maquillada y perfumada, te despediste de nuestros papás, a mi, me diste un goplecillo jugeutón en la frente, te diste vuelta y saliste con ellos por la puerta blanca que jamás volverías a cruzar.

Poco después, papá se despedia de nosotros, pues temprano en la mañana partía hacia su nuevo destino.

Se hizo noche, dormia, y un movimiento inusual reinaba en la casa, me inquieté, pero no le di importancia, traté de conciliar nuevamente el sueño.

La luz del cuarto molesta a mis ojos, mamá me despierta y me dice que han tenido un accidente camino a la celebración, todos están bien, pero no menciona tu nombre, y enseguida pregunto por ti.
Te has ido al cielo, eso es lo que me dicen; volteo y veo a nuestro hermano con una taza de té en las manos, los ojos llenos de lágrimas, mamá me abraza y papá también está ahí.

Un shock, hay silencio en mi cabeza, trato de negarle a mis jóvenes años lo que estoy viviendo.
La noche es fría, ha llovido en la ciudad; me dejan en casa de la tía con nuestros primos y no sé cuantos días o cuantas horas pasan, hasta que papá llega por mi, me da ropa para ir a verte.

Desayunamos y llegamos a ese lugar. Escalinatas blancas y lo primero que veo es a nuestro hermano, cuñada y una de nuestras tías y todo me cae de golpe, lloro inconsolable hasta tomar el valor suficiente para entrar a verte.

Recuerdo bien la habitación, tu ataúd está a mi izquierda, hay muchas flores y el olor de las mismas es embriagador.
Me acerco a ti y pareces plácidamente dormida, y guardo la secreta esperanza de que milagrosamente tus ojos se abran y la pesadilla se acabe.

Unas horas mas tarde, estamos en el cementerio, y ya han cavado la tumba donde descansaran tus restos mortales.
Estoy con Raquel, Valeria, Rodrigo y Patty, y abren tu caja, y pareces brillar, todos lo vemos y quedamos impresionados con ello.
Y así te bajan lentamente y te lanzamos flores blancas, te cubren con tierra, y un profundo dolor se huele en el ambiente.
Te dejamos cubierta por flores de todas las clases y regresamos fracturados a la vida normal, sabiendo que ese último día lo compartimos sin saber que tenías una misión más importante en el paraíso.

Ese 28 de Agosto de 1999, te hiciste una con las estrellas y desde lo eterno mi único consuelo es saber que nos reecontraremos algún día y seremos inmensamente felices.

viernes, 24 de agosto de 2012

Fuego de media noche

Que bello eres cuando estas acostado a mi lado, durmiendo plácido recostado sobre tu abdomen, dejando al descubierto esa espalda tuya que tanto me gusta; la tenue luz de la habitación pinta tu silueta en la pared y no puedo evitar sentir ese calor que me recorre el cuerpo entero mientras continuo observándote.
Recorro con la mirada la perfección de tu anatomía, y no puedo evitar parar en esos glúteos divinos que me hacen perder la razón.
Te doy un beso en la frente tratando de no despertarte, enseguida me abrazas contra tu pecho y dormimos.
Cuantas horas pasaron, no tengo conciencia de ello, pero despierto agitada con tus labios en mi cuello, hay una cálida desesperación en tus besos que hacen que los vestigios de mi inocencia sean corrompidos a tu placer.
Me tomas por la cintura mientras tu lengua recorre lentamente mi espalda, haciendo que pierda el aliento en cada rincón que ésta toca.
Tus manos hechas a la medida, aprisionan mis pechos, mientras recitas a mi oído todas aquellas cosas que encienden aun más la hoguera del centro de mi ser. Al tiempo te siento cada vez más cerca, pegando tu sexo firme contra mi, haciéndome estremecer, enterrando mis uñas contra la pared.
Así me vas haciendo tuya, tomas mis piernas como si fuese una bailarina y las mueves hacia donde gustas.
En un segundo estamos frente a frente, te veo ahí, encima de mi, con tus penetrantes ojos que me dictan cada uno de tus deseos. Me fundo en ti con un beso ansioso, cálido, que nos da la pauta de lo que sigue en esta noche que parece incendiarse.
La media noche reina ya, y estoy sobre ti, cumpliendo tus mas ocultos deseos.
Recorro a besos tu rostro, me hundo como el vampiro en tu cuello, te beso y te muerdo hasta hacer explotar esos gemidos que encienden mi volcán interno.
Mi lengua va recorriendo cada uno de los rincones de tu pecho, perdiéndose sigilosamente en esos rincones que he estudiado minuciosamente para satisfacer tus deseos.
Pasan así las horas en el mundo mientras nos amamos en carne viva, mientras olores a chocolate y miel inundan la habitación.
Te amo tanto que pierdo todo rastro de conciencia, soy tan tuya que no me atrevo a estar un segundo sin ti.
Enredados  en las sábanas nos abrazamos, y estoy en tu pecho, embriagándome con tu aroma, mientras me susurras un breve “Te amo” para caer dormidos en el éxtasis  de nuestra unión.

viernes, 17 de agosto de 2012

Frutos de Eternidad

En un principio creí conocer todos los estadíos de la felicidad, pero jamás me imaginé que en esa nochebuena, se comenzaría a anunciar el más grande acontesimiento de mi vida mortal.
Daban las 10 pm cuando algo pasó en mi interior; al estar haciendo los últimos arreglos de la fiesta de Navidad, mi organismo se puso en contra mia, haciéndome repelar por mi condición humana.

Pasé la peor de mis semanas entre malestares, tés y demás remedios que no funcionaban.
Diablo se sentía desconcertado de tremenda condición.

Ninguno advirtió la señal que el universo nos mandaba con sus partículas estelares.
Un chispazo, una idea, y de repente sale Diablo sin mencionar su destino. Diez minutos más tarde regresa con algo que me sorprede y a la vez me provoca urgencia usar.
Dejo pasar tiempo, y ahí están, dos pequeñas líneas rosadas que dan el diagnostico...Diablo y yo, seremos padres.

7 semanas de llevar al fruto eterno de nuestro amor, ahí comenzaba la mas bella carrera de nuestras existencias.

Durante mi juventud imaginaba cómo hacer verdaderamente felíz a un hombre y hasta que por un ultrasonido vimos a nuestro bebé, lo entendí.
Los ojos de Diablo estaban llenos de alegría y algunas lágrimas. Fue la primera vez que le vi tan enamorado de otra persona.

Fue como si una colisión estelar se apoderara de la sala de aquel consultorio, sentí la verdadera felicidad en un suspiro.
Así semana con semana nos uniamos más, y no hablo sólo por el placer de la carne, hablo en todas las formas en que dos seres pueden unirse.

El ver a ese pequeño ser creciendo dentro de mi, observar las reacciones de mi amado al sentirle patear mi vientre hicieron que, mes a mes mi amor hacia Diablo creciera; por fin había dejado el estigma de la Julieta abandonada por la accidentada tragedia de su amado Romeo.

Así llegamos a las 38 semanas, era Viernes, lo recuerdo bien.
Nervio y ansiedad flotaban en el ambiente mientras llegaban mis contracciones con más intensidad, 2cm de dilatación fue el diagnóstico para llevarme al hospital para que se me practicara una cesárea.

Y ahí llegó la  cumbre de la perfección.
No tomé importancia del equipo médico a mi alrededor, para mi en ese momento solo estabamos él y yo.
No recuerdo sonido alguno, sólo mucho movimiento, su rostro preocupado por mi comodidad y en un segundo, ahí estaba ella, con su primer llanto lleno de vida, en manos de su padre, las primeras manos en tocarla, en darle la bienvendida a la mortalidad.

Ese fue el momento más perfecto de mi vida, en el manuscrito estelar, ella entrelazó nuestros destinos para la eternidad, pues es la prueba viviente de nuestro más profundo amor, y es la confirmación de la unión conciente de nuestras realidades.
Ahora, ya nada más importa, Diablo y yo, somos padres de una hermosa niña.


viernes, 27 de julio de 2012

Fuego Cruzado

Cuando una se muestra ante el mundo como el corderito de ojos brillantes, dócil y esponjado, es porque en verdad una guarda a la verdadera profesional en su interior.
Ese es mi día a día mientras Diablo y yo estamos separados haciéndonos cargo de nuestras éticas realidades, en donde el mundo ni se imagina lo que somos capaces de crear en soledad.

El universo nos ha hecho el milagro de no separarnos más, hemos tenido oportunidades de envolvernos en nuestra realidad, en donde podemos amarnos, en donde la ropa es un mero trámite de pudor.

Esta tarde, da aviso de su arribo desde el infierno.
Propiamente escojo cada uno de los elementos de mi vestimenta para que me encuentre deseable, irresistible a sus más pecaminosos deseos.
Al llegar, ya le espero con mi verdadero rostro en el balcón en donde todas nuestras historias se tejen; rápidamente escala por las enredaderas y sin más protocolo que el amor que se nos sale de los poros, me toma en sus brazos y me lleva al interior de nuestra realidad.

Diablo, me toma de la cintura y me pega contra la pared, no me deja ver, no me deja hacer nada, sólo tapa mi boca con su mano, mientras sus labios besan delicadamente mi espalda, mientras la mano sobrante recorre cada uno de mis rincones, haciendo que cualquier rastro de inocencia se pierda.
Lo siento pegarse a mi espalda, lo siento crecer, morder mis orejas, pronunciando las palabras que prenden los fuegos artificiales de mis deseos.
En un segundo, estamos frente a frente; voy comiendo su aliento despacio, mientras mis manos, le recuerdan el camino al paraíso.
Hay un fuego cruzado entre el cielo y el infierno, la tierra retumba al ritmo de los gemidos, de los breves y profundos rasguños en la espalda, es como si el universo sintiera lo que nosotros hacemos en la complicidad de la noche.
La lluvia cae con furia en el exterior, pero eso no es suficiente para apagar la pasión entre dos amantes deseosos de satisfacción.
No recuerdo haber visitado las puertas del paraíso con tal intensidad. Veo a Diablo directo a los ojos, mientras en su rostro se pinta el arte del placer y la pasión que se han encarnado de el.

Siento la totalidad de su cuerpo sobre el mio, transpirando; no puedo evitar recorrer con los dedos cada uno de sus rincones, aprendiendome toda su anatomía con sólo tocarlo.
Hay zonas que le hacen estremecer, le hacen gritar, y esas reacciones hacen que mi fuego interno arda cada vez más.

Fue una de esas ocasiones en donde ruegas a todos los dioses que no se acabe.
Ser Julieta escapando del terrible destino de volver a Romeo, me hace ser fuerte en la detrminación de aceptar las circunstancias de este amor con sabor a ilegalidad. Este amor tan inmoral que la sociedad me echaría a pedradas.
Escritora de mi propio destino, tengo el terrible temor de acabar como Shakespeare, inmortalizando al amor de mi vida en cada una de mis obras, tratando de conservar ese fuego, esa llama que me hace inspirar noche tras noche.
Que terrible destino sería que mi único y verdadero amor, tuviese que cumplir con los designios de una familia, de un compromiso con el que no esté de acuerdo.
Pero trato de imaginar que mis eternas plegarias sean al fin escuchadas, mientras me estremezco entre esos brazos fuertes que me dicen "No te vayas"
Como es mi costumbre me pierdo en el oceano profundo de sus ojos, tratando de hechizar nuestro destino, poniendo nuestros deseos a nuestro favor.
Uniendo nuestras realidades, tratando de hacer del cielo y el infierno un paraíso unificado, en donde todo es posible y nada deba cumplir principios de ética.

Pasadas las horas, quedamos recostados, uno al lado del otro, mi cabeza sobre su pecho escuchando ese corazón acelerado.
Un "Te amo" se escapa de sus labios, haciendo que un cosquilleo recorra mi cuerpo.
Lo beso lentamente, sintiendo una magia extraña dentro de mi. colocándose en el centro de mi vientre.

¿Quién pensaría que esa noche habiamos concebido la demostración del amor verdadero?


viernes, 20 de julio de 2012

Un par de tacones y ¡lista!

Un día común y corriente de mi vida como puta.

Señor cliente, ¿No cree que perdería valiosos miles de pesos en escuchar mi respuesta? ¿No preferiría invertirlos en los placeres que le puedo ofrecer?

Deja te digo algo antes de que me contestes. Que conozcas mis servicios de la A a la Z para que tu historia de periodiquito esté bien aderezada, yo digo que igual y así ya te conviertes en un buen escritor, o por lo menos reconocido.

Bien, escucho tu respuesta.

Está bien, contesto a tus deseos, al fin tu pagas, o tu empresa, como sea, yo sigo ganando, mi cuenta de banco se sigue engordando como puerco que se mata en navidad.

Bueno, un día en mi puta vida, ah perdón, un día en mi vida de puta.
Generalmente como me desvelo, me voy levantando como a las 10 u 11 de la mañana, según mi ánimo. Prendo mi Ipod y escojo un buen playlist para hacer ejercicio. Cosa de unas dos horas para mantener la figura que me cargo, o ¿Creías que así nací? No, no, no papacito, este cuerpo me ha dolido para que quede como está, pero eso sí, todo natural, cero cirugías, nada más porque me da miedo el mentado cuchillo.
Bueno, después del ejercicio, me baño, me visto con cualquier cosa para salir a pasear y desayuno.
No creas que soy mujer de dietas, me dan hueva, yo como de todo, entre mas garnacha mejor y si viene con salsa, se convierte en el cielo.

Ya desayunadita, salgo, prendo el automóvil y me voy a la agencia, a ver si no hay algún trabajin con algún cliente nuevo, no mentiré, siempre de camino recibo por lo menos una llamada de algún cliente de tiempo y hacemos cita; normalmente les doy la cita de más noche, por aquello de que ya son consentidos, una les da unas horas extra de mera cortesía.
Bien, llego a la agencia, y si no se ofrece nada, me voy, a menos de que sea martes, el día en que entran los cheques de mis servicios en fiestas y reuniones como mera acompañante. Ya la putería va por mi cuenta, esa la cobro en efectivo; dinero contante y sonante para mi solita, libre de impuestos.

En el transcurso del día visito a mi mamá que vive a una hora de mi departamento, como con ella, la llevo de compras, pero eso sí, ella desconoce por completo este asunto de la puteria. Ella piensa que sólo me va muy bien en mi trabajo como modelo, y con eso se conforma.

Alrededor de las 5 de la tarde, llego a mi depa, lleno la tina, pongo música, y me doy un baño relajante.
Después escojo mi ropa y si tengo cliente temprano, me arreglo, y salgo nuevamente.
Algo indispensable entre mis accesorios es un reloj; si, hasta las putas tenemos el tiempo contado, más cuando tienes más de un cliente al día.

Llegando con los nuevos clientes, es más trámite o rutina lo que presento. Llego al hotel acordado, me presento, obvio yo ya sé el nombre del individuo, que por lo general parece gelatina mal cuajada de los puros nervios. Lo abrazo, le doy unos besillos de esos cachondones que van preparando los motores, le quito el pantalón y todo lo que me estorbe y le doy paso al sexo oral; generalmente dejo que estén parados para que tengan la panorámica de mis pechos y de mi boca, digo, para que se excite más y quiera reventar de placer.
Antes de que el asunto le explote, me levanto delicadamente, le sirvo una copa de vino y mientras él, ya completamente desnudo la bebe, me voy despojando de mi ropa poco a poco, dejando solo algunos detalles de encaje para darle más emoción al asunto.
Normalmente, ya están tan prendidos, que me comienzan a besar con la desesperación de un adolescente, se prenden y pues ya te imaginarás, señoras cogidas que nos aventamos. Orgasmos garantizados.

Todo el numerito dura dos horas; los dejo, les doy mi tarjeta, por si quieren hacer una nueva cita, ya directamente conmigo y no con la agencia.
Me apuro, y vuelvo a casa, me doy una ducha y escojo ropa más especial para recibir al nuevo cliente.

Ya el asunto de cama con el cliente conocido, es diferente y si te contara de uno en especial, pues te aburriría.
¿Qué te parece si hacemos otra cita para que experimentes en carne propia qué es ser cliente consentido?