No puedo dejar de tener la sensacion de mariposas en el estomago al estarte esperando ese viernes por la noche para nuestra primera cita fuera del lazo clinico-etico que habiamos mantenido hasta entonces.
Cuando te veo ahi, montado en tu motocicleta, mi corazon quiere salir de mi cuerpo porque no soporta tal emocion.
Rodear tu cintura con mis brazos, ay elixir divino que me provee del mejor lote de endorfinas.
La fria brisa besando mi rostro mientras nos dirijimos a cenar hacen que el momento quede perfectamente sellado.
Hablamos por espacio de dos horas en las que no podia evitar contemplar esos ojos tuyos que desde la primera vez que los vi me hechizaron.
Volver a abrazarme a ti para recorrer el mismo camino hacia que mi mente se imaginara que seria de mi si tus labios perfectos tocaran los mios.
Aun no lo averiguo, pero mis sueños me dieron un adelanto con el cual llevo mas de 48 horas sonriendo como una inocente adolescente.
Qué nos depara el destino, no lo se, pero quiero volver a tener esas sensaciones a tu lado, aunque a la luz del dia volvamos a la extricta relacion clinico-etica que nos unio.
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