viernes, 19 de abril de 2013

Aquella noche

Recién se asomaba la luna cuando él llegó, tenía muchos días de no poder verle...y mi deseo ardía...

Como si no hubiese pasado un segundo desde la última vez que nos vimos, me besó furioso y apasionado, robando mi aliento con desesperación. Su cuerpo rápidamente me aprisionó contra la pared, mientras poco a poco me retiraba la ropa, dejándome sólo con medias y tacones, totalmente expuesta y excitada.
Sin darme en cuenta, él ya no tenía nada puesto...estaba a merced de mis insaciables deseos.

Me acostó de espaldas con la pelvis completamente levantada...comenzó por besarme los muslos, agitando mi respiración cada vez que su lengua me recorría.
Sin aviso previo hundió su boca en mi vagina, succionandome con fuerza y haciendo deliciosas penetraciones con su lengua...sin pensarlo mientras su boca jugueteaba al punto de sacarme orgasmos a cada minuto, sus dedos traviesos comenzaron a explorar ese otro rincón, con el cual no habría pensado jugar.

No sé cual fué mi reacción, pero provocó que me pusiera en cuatro patas y me penetrara con fuerza...sentir su miembro completamente erecto dentro de mí me hizo convulsionar de placer en repetidas ocasiones.
Nuevamente sus dedos traviesos comenzaron a explorarme y al tiempo en que me embestía apasionadamente, comenzó a penetrarme lentamente haciendo de estas dos sensaciones  algo completamente delicioso y desquisiante...

En un movimiento me dejó caer sobre mi espalda y volvió a penetrarme sin quitar su mirada de la mía...sus ojos brillantes parecían decirme millones de cosas...hay una deliciosa furia en ellos.
Me vuelvo loca cuando con gesto recio se muerde el labio inferior...parece querer retarme y eso me excita al punto de hacerme perder el pudor y la razón.
Una pausa...se vuelve a morder el labio y me da la mas deliciosa de las cachetadas.
-¿Te gusta?- Me pregunta en un tono que me hace pedirle más...otra cachetada más fuerte y mi consecuente orgasmo.

Sin avisar y en completo ataque me monto sobre él, dominando cada movimiento, haciendo que sus manos se apoyen en mis senos, después en mi cintura y haciendo que se queden en mis glúteos, buscando esa nueva sensación que me ha quitado el gramo de inocencia que durante años defendí.

Ver su cara de placer mientras lo monto, haciendolo mío, esclavo de cada uno de mis deseos, dejándolo falto de aliento y voluntad hace que me sienta deliciosamente realizada y con ganas de aún más.

Lo dejo descansar...veo como va cerrando los ojos, respirando profundamente mientras mi cabeza reposa en su pecho...
Mis insaciables ganas hacen que lo comience a besar poco a poco, primero en la cara,  los labios, después un poco de su cuello, su pecho,  pezones, ombligo, vientre, hasta llegar a su miembro el cual permanece erecto y suculento.
Comienzo lento, jugando con la lengua, recorriendo su cabeza húmeda y sensible...una pequeña convulsión de placer; hago una pausa y lo succiono fuertemente...juego con los ritmos hasta que lo hago explotar en pequeñas convulsiones hasta dejalo completamente agotado a mi lado.

Nunca me imaginé que este tipo de mujer viviera escondida en mí...pero cada vez que él me mira y me dice lo mucho que me ama y lo mucho que me desea, ella se despierta y tiene muchas ganas de dominarlo hasta dejarlo completamente exhausto y con un deseo insaciable de ella.
Aquella noche me hice completamente auténtica...aquella noche conocí a mi verdadero yo.






1 comentario:

  1. simplemente perfecto!!!!!!, me gustó y se acaba de convertir en mi favorito!!!!

    ResponderEliminar