viernes, 14 de septiembre de 2012

Hasta tu cama

"Cinco minutos bastan para soñar una vida, así de relativo es el tiempo"
Decía Mario Benedetti...

En las oscuras horas que nos regala la noche, me desprendo de mi cuerpo, pues mi alma se siente incompleta, totalmente intranquila a falta de la cercanía de la tuya.

Noche a noche, cuando mi cuerpo cae rendido al cansancio propio de la existencia mortal, mi alma se desprende de él, conservando únicamente el hilo plateado que le permite regresar y mantenerme con vida.
Vuelo entre montañas y nubes, mientras las estrellas se hacen testigos de mis travesías. Llego a tu puerta, recorro los pasillos de tu hogar, hasta llegar al pie de tu cama, en donde te contemplo dormido, lleno de paz.

Me acuesto a tu lado, te beso, te acaricio poco a poco, te hablo cuando tu inconsciente te tiene atrapado en el sueño profundo.
Despierto a tu alma, y jugamos a amarnos entre sombras.

Beso a beso, desnudamos el pudor mortal del otro.
Caricia a caricia, vamos recordando los placeres de la vida mortal.

Vamos tocando las puertas del paraíso, vamos poco a poco ganandonos un boleto al infierno.
Amor y deseo como el nuestro es divino pecado que gustosos pagamos en el karma del otro.

Nos pertenecemos desde antes de nacer en esta vida, somos almas que durante siglos han estado unidas. Vidas en las que hemos sido felices, otras en donde las circunstancias mendiaticas no nos permitian acercarnos; unas más que evitaron que nos conocieramos.

Fundirnos alma con alma; placer de dioses que provocaría el rubor vergonzoso de un mortal cualquiera.
Te quiero más que el universo a su destino infinito.
Te amo con la fuerza de una colisión estelar.

Noche a noche, visito tu cama, me meto en tu inconsciente y te recuerdo cuánto te amo, para que al despertar sientas una terrible urgencia de estar a mi lado.

Noche a noche, te enamoro, para que tus ojos al estar concientes, no tengan más espacio que para mi.

Y cuando llega el amanecer, el hilo de plata me devuelve a mi cuerpo; despierto y lo primero en mi pensamiento eres tu.
Segundos después, ahí estás tu, preguntando por mi y pintando una sonrisa en mi rostro.


1 comentario: