jueves, 25 de octubre de 2012

Las tres caras

Tres caras de una misma situación.
Tres ángulos de una historia sin fin para una humanidad reprimida.
Hablemos de INFIDELIDAD

Cara #1 "ME ESTÁN ENGAÑANDO"

Cuando somos la parte afectada, nos sentímos fatales, pensamos una y otra vez, cual fue nuestro error, ¿Qué llevó a nuestras parejas a ser infieles?

Siempre pensamos que "la otra persona" es la culpable, nos dedicamos arduamente a investigar cada detalle de la relación y comenzamos a ser inquisidores con nuestras parejas.
Buscamos oportunidades para revisar su celular, correo electrónico, facebook, entre otros.

Bien dicen que el que busca encuentra y por desgracia cuando estamos viviendo la infidelidad de nuestra pareja, hasta el más mínimo detalle causa sospecha.
El cambio de perfume, extremo arreglo, llamadas misteriosas, actividades fuera de lo cotidiano y claro, descuido total hacia su pareja "oficial"

Ser el cornudo, por decirlo de alguna forma, es un infierno en soledad en donde el alma se desgarra.

Cara #2: "ESTOY SIENDO INFIEL"

Aún no termino de descubrir qué me orilló a serle infiel a mi pareja.
Tal vez ese sentimiento de peligro al estar con el otro chico.

Todo fue por una coincidencia, yo vivia con mi pareja, suponía que muy felíz, porque hasta que encontré al otro, al que llamaré Memo para cubrir identidades, nada me hacía pensar en ser infiel.
Una razón muy poderosa, la rutina, mi pareja no era para nada afín a mi, no le gustaban las mismas cosas, ahora no sé que hacía con él.
Cuando Memo reapareció en mi vida, volví a sentir esas maripositas en el estómago, esa extraña felicidad al ver un mensaje o recibir una llamada.
Comenzamos a escribirnos cada vez con más frecuencia y en ciertas ocasiones a vernos, como amigos, para platicar y recordar viejos tiempos.
Con el paso de los meses, empezamos a ser cada vez mas cercanos, hasta que naturalmente se nos hizo muy fácil darnos un beso y vernos con mas frecuencia.
Así transcurrieron dos meses, en donde mi corazón estaba completamente dividido entre el deber ser y el querer.
Con mi pareja, estaba bien establecida y teniamos una rutina de vida bastante cómoda para los dos. Con Memo, tenía esa adrenalina y esa afinidad tan padre.
Memo, claro está, me pidió que me decidiera por uno de los dos.
Y estuve a punto de decidirme por él, pero el miedo a la critica y a lastimar a mi pareja, hizo que me quedara en donde estaba, dejándo ir esa sensación de adrenalina que experimentaba con Memo.
Me enamoré y mucho, pero el sentimiento de culpa hacia mi pareja hizo que me mantuviera como la "buena esposa".
Una infidelidad de él y algunas otras situaciones, me llevaron a dejarlo también.

Cara #3 "SOY LA OTRA"

A Marco lo conocí por casualidad, alto, delgado, bien proporcionado, guaperrimo.
Él me comenzó a cortejar, primero vía Facebook, con comentarios hacia mis enlaces, fotos, etc. Después vía messenger, interesandose en ser mi amigo e invitandome a comer.
Más tarde a través de mensajes de texto; poco a poco me fue envolviendo, y sí me gustaba mucho, si  no, no hubiera dejado que las cosas crecieran tanto.
Comenzamos a salir muy inocentemente, primero a tomar un café, luego al cine.
Ermos tán afines que me enamoré comoloquita de él, tanto que pasé por alto el hecho de que él tenía una pareja con la que vivía.

Durante poco mas de medio año, fuimos amantes en toda la extensión de la palabra, pero en este caso siendo la otra, me vi obligada a pedir una decisión por parte de Marco.
O ella o yo, por el bien de mi vida y mi conciencia, tuve que pedirselo.

Es bien padre tener amor en dos lugares a la vez, pero para ninguna de la dos era justo.
El me decía que era su sueño y que esperaba que la vida nos diera la oportunidad de estar juntos por siempre, pues sentía que nos conociamos de otra vida.
Verborrea...
Nunca tomó una decisión, tuve que pedirle que se alejara de mi, pues su único argumento fue que era muy inmaduro para saber lo que quería.

Por desgracia, su esposa, que ella tuvo la delicadeza de sacarme de mi ceguera, era su esposa, no su pareja, tuvo la desfachatez de enfrentarme, por teléfono, y decirme millones de mentiras que él le había dicho sobre mí.
Ahí decidí que lo mejor era quedarme sola, completamente sola y reflexionar sobre esa relación, que aunque divertida, exitante y felíz, era sólo una aventura.
Bien dicen que lo que mal comienza, mal acaba y así terminó todo con Marco.
En retrospectiva, leo sus mensajes, recuerdo sus palabras y me río por haber creido que una persona como el pudiese ser mi alma gemela.
Era un cabrón, así como yo lo fui una vez.

La infidelidad, no es una condición, es una decisión, en dónde el que engaña, es quien siempre tiene la culpa, pues nadie lo provoca, él o ella deciden jugar una segunda vida y son ellos quien salen perdiendo, pues llega un momento en que todo sale a la luz o el momento en donde se les cobra con la misma moneda.

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