viernes, 6 de abril de 2012

Mientras bebo rayos de luna

Mientras en el tocadiscos resuenan los tonos melodiosos de "Somewhere in time", salgo al balcón como Julieta enamorada a la espera de que algún Romeo suba para dedicarme sus más dulces versos.
Mientras bebo rayos de luna, planeo cómo reescribir la posición de las estrellas, para que, mi amor, el que no puedo siquiera mencionar, venga y escapemos juntos con el sol del atardecer como nuestro único testigo.

Paso las eternas horas de oscuridad presa de mis pensamientos y deseos, y aun no se asoma el primer rayo de sol, y ésta moderna versión de Julieta, una muy promiscua por cierto, ya se ha levantado.
Juego como una niña pequeña a disfrazarme para la gran función de la vida, una función para adultos.
Mi Romeo, no tiene nada de Montesco, y yo nada de Capuleto, aquí no existen rivalidades familiares, lo que sí existe, son dos matrimonios, en los que estamos atrapados.
Cómo es que en este pueblo de 8 habitantes y medio, nadie sospecha el romance que traemos desde hace ya una eternidad de tiempo...muy sencillo, trabajamos bajo profesiones similares, uno cura cuerpos, mientras el otro se encarga de las mentes y almas atormentadas. Somos colegas de la anatomía de nuestros pacientes.

El sol del atardecer, en dónde ni las musarañas se asoman a las empedradas calles, se convierte en nuestro escondite, pues sólo en esos breves momentos de transición del día a la noche, podemos amarnos con toda la pasión y amor que puede existir en el mundo.
Nos entregamos, como un marido y una mujer deberían entregarse.
Sentimos la culpabilidad subiendo por nuestros muslos, pues la tradición dicta que lo nuestro es peor que un pecado mortal, pero, al ver sus ojos, comprendo que el infinito está en ellos.
Son la respuesta a todas las dudas reprimidas de una enmascarada dama de sociedad como se me cataloga.

Encontré un ángel en el cielo y no quiero que pierda sus hermosas alas.
Escapar, en esta vida no es una opción.

Hacemos planes, pero no pueden llevarse a la práctica y decido que sólo el universo puede hacerse cargo de ello.
Pueden pasar muchas vidas, muchas circunstancias, pero él y yo siempre nos volveremos a encontrar, y buscaremos la manera de estar juntos por la eternidad, amándonos a la luz del día.

Y ¿Por qué os digo esto, lectores del tiempo y las reencarnaciones?
Por que hoy es 6 de abril de 2012 y ésta alma taciturna se ha vuelto a encontrar con Romeo despúes de interminables vidas en diferentes tiempos y sigo esperando estar a su lado sin limitaciones, pero el universo nos juega de nuevo una cruel broma, pues mi amado está comprometido y yo, espero un hijo de un alma fácil de olvidar.

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