viernes, 7 de diciembre de 2012

Esta noche

Te estaba esperando.
No hacía falta el mensaje de texto, ya sabía que tus ansias de mi no pasaban de hoy.

¿Por qué no puedes ver nada?

Cariño, es parte del juego, de eso se trata.
Esta noche eres mi presa. Soy como una leona acechando, sigilosa me muevo entre las sombras.
Tu respiración entrecortada me confirma tu nerviosismo.

¡No! No pongas resistencia, no necesitas usar tus manos en este momento, déjame amarrarlas para que no hagas trampa.

Ven, sientante aquí, juguemos a imaginar.
Adivina qué traigo puesto.

Es nuevo, es rojo y con encajes.

¿Mi talla?

La adecuada para que mi bra se vea espectacular

Voy a soltar tus manos, pero no puedes pararte, ni jalarme. Sólo puedes tocar.
Debes seguir mis reglas, mis manos te llevarán y mi voz te dirá que es lo que estás tocando.

Comienza por aquí... ¡No tiembles! No muerdo, bueno, al menos que tú así lo quieras.
¿Sientes mis piernas?
Sí, esta noche me he puesto medias y sabes que no lo acostumbro. Sigue subiendo cariño. Si, ya descubriste que también tengo un liguero, se siente tenso ¿no?

Tienes permiso de estacionarte en mis glúteos, sé que los adoras, imaginalos, suaves, redondos y perfectos.

¿Mi tanga?

Un sensible detalle de tela...

Sigue, ve más arriba, siente mi abdomen.
Cariño, deja de jugar con tus dedos que me quitas la voluntad...

¿Ya te diste cuenta de que estremeciste mi piel? Sigo chinita por tus delicadas caricias.

Dime ¿Por qué tu respiración está tan agitada?

Anda, no te distraigas, necesito tu atención en tu cerebro y no más abajo.
Pierdete en mis senos, hazlos tuyos, pero no me quites nada.

Ya lo sé cariño, ya no puedes más.
Sé que quieres ver lo que tus manos ya tocaron y poseer lo que tu deseo añora.

Sigue mi voz, aquí estoy.

Abre tus sentidos, sigue mi perfume.
Escucha y sigue mi respiración.

Encuentrame en esta penumbra...se te ha olvidado el frío del ambiente...eso no lo tenias que mencionar.

¿Chocolate?

Que buen olfato, descubre en dónde lo tengo.
Invito pues a tu lengua a descubrir su ubicación...a deleitarte con mis sabores.

¿Por dónde quieres comenzar?

Ahh, no ahí no está, mi cuello era algo obvio de imaginar...
Sigue cariño, que ya lo vas a encontrar.

Ahora que acabes de comerlo, puedes hacer conmigo todo lo que quieras.
Pero te voy a pedir una cosa...algo que no acostumbro.

Dime paso por paso, qué vas a hacer conmigo...
¿Por qué lo quiero así?

Porque el punto G de una mujer está en su oído, si buscas más abajo, estarás perdiendo el tiempo...en cierta manera...

Bien, espero tu respuesta...





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