La luz de la luna delinea mi breve silueta entre penumbras, siendo testigo del infinito mar de deseos que se han tatuado en los poros de mi piel, desde la ultima vez que pude observar tu profunda mirada de frente.
La profunda significacion de la pasion encarnada en mi ser, hace que te sueñe, que reviva aquellos momentos en los que la noche se convierte en nuestro unico testigo.
Nos hemos convertido en ambulantes nocturnos que descargan sus placeres a medias luces.
Siempre he sido conciente de, que las cosas que pedimos con más fervor, se dan por consecuencia; desconozco si en noches anteriores, el ansia de ti te habrá llamado.
Te relato la historia ahora mismo...
La profunda oscuridad invadía mi habitacion, un calor inmenso hacia que los poros de mi piel se abrieran. El insomnio era tal que no tuve más remedio que pensar en ti, pero esta vez recordando paso a paso nuestro último día juntos.
La cálida imagen me hundio en el más profundo de mis sueños...y en la hora cero te senti, como si entraras a mis aposentos, senti esa boca tuya hundiendose en mi cuello, tus manos tocando poco a poco ese paraíso que creia perdido.
De pronto, con un sobresalto, abri los ojos y tu presencia divina se habia ido de ahi.
No tuve más remedio que volver a conciliar el sueño, esperando el breve milagro de volver a tenerte como el intruso nocturno que abrigo la penumbra de las prematuras horas del nuevo día que ya se anunciaba.
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