miércoles, 7 de marzo de 2012

Tropezon con el universo

Hace tiempo, mas del que concientemente puedo recordar, el universo me jugó muchas bromas en las cuales una supuesta alma complementaria habia llegado para salvarme de la penumbra inmediata de mi vida.
Llegó el día en que decidí darle la espalda y tropezar con las piedras que dejo en mi sendero.
En aquel camino retorcido encontre a los mejores amigos, a los mas sanguinarios enemigos. Venenos que intoxicaron mi cuerpo hasta debilitarlo, dejar que almas con más voluntad que la mía, se aprovecharan de esta pobre gitana sin poder de tomar una desicion acertada.
Muchas ruinas quedan aun de aquellas dolorosas experiencias, que a los ojos de las mejores psiques son dignas de un libro, por lo escabrosas e increibles que fueron.

Un día, mas cercano al bahúl de mi conciencia, el universo se cansó de verme caer más y más profundo en el abismo sin fin y decidió darme una oportunidad de barrer todas las piedras y mostrarme que hay una dimensión de conocimientos y experiencias mucho más rico y más sencillo de sobrevivir.

En este nuevo tipo de nivel vibratorio, me encontré con un alma gentil, que sin pedirselo o provocarle siquiera, decidio convertirse en mi protector y más allá aun...en el protector de la nueva alma que estoy formando en mis entrañas.
Su alma es tan luminosa que deslumbra y enamora al mas inocente de los mortales, sus manos son la confirmación de que hay algo superior que nos dio vida; su voz, divino deleite para el mas exigente de los oidos. Es un ser de una belleza infinita, el cual te hace preguntar si en verdad existen angeles que deciden esconder sus alas para estar con los más necesitados de luz.

Ahora volteo a ver el cielo infinito, preguntandome cuál será la siguiente parada en este autobus de mortalidad. Seguirá a mi lado mi ángel, o sólo es un compañero pasajero en mi recuperación de la vista al cosmos de la racionalidad.

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