lunes, 19 de marzo de 2012

Y de noche...

Noctámbula como los años me enseñaron a ser, me encuentro recorriendo los callejones de mi inconsciente, y lo que encuentro son cajas y cajas de recuerdos reprimidos, todas con el mismo diagnostico "demasiado doloroso para recordarse".
Gitana ambulante de mis pensamientos, comienzo a traer a mi lado conciente todas aquellas experiencias que dieron por consecuencia al ser humano que veo todos los días en el espejo de la realidad.
Muchos vestigios de peleas perdidas, otras mas, ganadas.
Entre los escombros de mi pasado me encuentro con el bello album de recuerdos en donde viven dos ángeles.
El primero de ellos, una jóven de gran belleza y carisma sin igual, me recuerda su breve paso por el plano terrenal como mi hermana. Y de repente todo vuelve a mi, la veo, la escucho y por fin la recuerdo, tan gentil y querida por los mortales.
Me pregunto, en lo más profundo de mis pensamientos, por qué razón el padre universo la cambio de plano y me quito la breve oportunidad de conocerla un poco mejor. Por qué me ha dejado esa sensación de soledad enmedio de mi alma.
El segundo ángel llega, y me recuerda que todos en este mundo contamos con una misión milenaria, siempre importante. Hago profunda reflexión y le reconozco, mi padre, mi superhéroe, vestido de luz y felicidad.
Añoro con contagiarme de esa alegria celestial.
Recuerdo la traumatica imagen de su cuerpo recien abandonado de la gracia de la vida.
Lágrimas salen de mis ojos, dejando que las ventanas muestren mi breve vulnerabilidad.

¿Por qué te fuiste, que no ves que te necesito aqui conmigo?

Pero no puedo ser tan egoista, ellos cumplieron su misiva, cosa que ésta pobre ambulante de las sombras aun no logra.
Y me muestran, todas las cosas bellas que ahora poseo.
Una de ellas es el ser más perfecto jamás creado, mi hija, formandose en la calidez de mi vientre.

Y así sin más apareces tú, tan imperfecto, tan bello y tan gentil. Ya me han explicado que la circunstancia de nuestro joven acercamiento era estrictamente necesaria para ambos, necesitamos aprender algo del otro.
Me han enseñado a no desperdiciar mi rabia con la realidad inmediata de tu vida, pues ya estuve del otro lado de la moneda. Estoy aprendiendo a disfrutar los pequeños instantes en que somos capaces de crear una realidad alterna, en donde los dos nos hacemos felices, sin necesidad de esforzarnos.

La única condición que me han dado mis ángeles, es que te disfrute, con todos tus errores, con todo lo que eres, pues algún día mi paciencia y amor se verán recompensados y al fin me ganaré el boleto al primer paraíso, uno en donde amar sin restricciones esta permitido.

Espero, estas breves lineas lleguen a ti y te enseñen igual que a mi a disfrutar de lo nuestro, el tiempo que tenga que durar. No permitamos que el demonio de la desilusion, se apodere de nuestras almas. Somos los escritores de nuestro destino y se que juntos vamos a redactar el tiempo de nuestra felicidad juntos, y sabremos poner el punto final en el momento indicado.

Ahora, si me lo permites gentil habitante de mis pensamientos, esta noctambula regresa al mundo de los concientes, esperando feliz y ansiosa el ver tu rostro y poder compartir contigo un minuto de existencia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario