martes, 13 de marzo de 2012

A la caída del sol

La pronta experiencia del recorrido por los pasillos del pecado me hacen recordar palabras de los cuentos modernos "de día soy una, pero de noche soy otra"
Frase que ha estrujado la razón de ésta noctámbula en las jóvenes horas de esta noche llena de estrellas.
De día, soy un simple ser, un alma vagabunda del mundo del robotizado sin capacidad de razonamiento.

Al atardecer, me transformo en un ser de pulsiones y deseos; producto de la incontrolable transferencia de la que alguna vez hablo Freud.
Esta alma gitana pasa de ser limpia, liviana y sin pecado, a ser aquella que es capaz de jugar con los placeres y pecados capitales en un sólo momento.

En el encierro de cuatro paredes me entrego a ti, dejando que tu aliento recorra los rincones que ni el mismo creador seria capaz de conocer.
Permito que los deliciosos aromas de la pasión desbordada inunden nuestro rincon secreo. Encontrando en los tuyos, la clave de mis más exquisitas explosiones.
Escucharte, hace que mi piel se sienta cada vez mas deseosa de ellos.

Que breves instantes me puedo convertir en el ser más hermoso y sensual, el más auntentico y parecido a mis cuentos.
Mago y dueño de mi verdad, es inevitable que mi lava siga hirviendo con sólo repasar tu esencia en mi piel, tus labios comiendose mi inocencia. Y qué decir de la exitante hipocresia profesional que usamos como mascara para a la luz del día ser eticos y coherentes.

Mi vampiro angelical, no puedo esperar a que seas la musa de donde saco mis más adictivos cuentos.
Te amo aunque no es correcto, eso se lo dejo a mi inconsciente quien en sueños puede decirtelo, gritartelo, demostrartelo.
A la breve luz que siempre nos acompaña, seré tu presa, o ¿tú serás la mia?.

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