El sol recien se ha ocultado atras de las montañas y estamos a media luz deseando repetir el viaje a la estratosfera que antaño nos ha dejado tan encantados.
El trayecto al cosmos infinito de la felicidad encarnada se convierte en una droga poderosa que nos hace actuar como seres fuera de la lógica humana.
Sin esperarlo estas clavado entre mi cuello y clavicula, como un vampiro desesperado y sediento por sangre. La temperatura del lugar comienza a ser tan calida como estar recostada en el mismo sol.
Los ataques de mi vampiro personal son cada vez mas embriagadores, llegando al punto en que explotamos y comenzamos a consumirnos en un deseo infinito.
Verte con ansias de mi, con esos ojos penetrantes es la última dosis para que me pierda en el extasis más puro, sintiendo un rio corriendo a través de mi.
El mago del tiempo nos da aviso de que el fin ha llegado y salimos de nuestro rincon secreto, suplicando a aquel universo cargado de estrellas que nos de la oportunidad de volver a beber elixir tan divino.
Ahora en la media luz que recorr mi habitacion, recuerdo momento a momento lo sucedido, teniendo la esencia inmediata de mi piel como confirmacion de haber ido al paraiso y tener la fortuna de disfrutarlo entre mis cuatro paredes, fieles testigos de mis más ocultos pensamientos y más profundos deseos.
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